viernes, 4 de marzo de 2011

España, un país peligroso.

España es un país peligroso. Tiene enormes virtudes, pero parece a veces un camión cargado de dinamita". Lo dijo Iñaki Gabilondo, en la recta final de una conversación que sostuvo, entre otros, con Ángel Gabilondo, su hermano, que es ministro de Educación. Delante de él, en el Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes, había un gentío; en primera fila estaba Carme Chacón, la ministra de Defensa, a la que esperaron unos minutos antes de empezar la presentación de El fin de una época, el libro editado por Barril & Barral que lleva el subtítulo Sobre el oficio de contar cosas.

Iñaki Gabilondo está bien, satisfecho de una larga vida, a la espera de otras actividades, algunas de las cuales, parece, tendrán que ver con la docencia. Su hermano Ángel, que compartió mesa con él, con su editor, Joan Barril, y con el periodista Juan Cruz, contó las preguntas que le hacen por ahí: cómo está Iñaki (cuyo programa Hoy, que hizo en CNN+ acabó cuando cesó la emisora) y qué va a hacer en el futuro.

El comunicador que durante dos décadas de sus 45 años de oficio estuvo al frente de Hoy por hoy, en la cadena SER, explicó que se siente feliz de haber convertido su vida en una singladura formidable, pendiente de los oyentes ("la primera voz", como él dice) y al servicio de un oficio que requiere respeto por el equipo y por la ética.

El comunicador presenta en el Círculo su libro 'El fin de una época'
Su hermano abrió y terminó el diálogo. En el inicio hizo esas dos preguntas, cómo está Iñaki, qué va a hacer ahora; y el Gabilondo periodista explicó, a lo largo de la conversación, sus conceptos acerca del periodismo, los peligros que ha de vencer el oficio para recuperar el equilibrio. Cuando acabaron, el hermano volvió a su tarea de filósofo para explicar que lo que encierra el libro es una lección de ética "en un país donde hay mucha moralina y poca ética".

Antes, el hermano mayor, el periodista, había explicado que se siente como en el primer día de su trabajo, animado por la duda, "que es como respirar", en un país que ha pasado épocas de enorme crispación en las que él mismo sufrió algunas anomalías; por ejemplo, fue vetado como entrevistador, siendo quizá el más importante de España, por un presidente de Gobierno, José María Aznar.

"Aznar se equivocó, probablemente". Pero el propio Gabilondo explicó que él mismo también erró en hacer explícita, a veces, la ira que le producía Aznar, y sobre todo la ira que le produjo, como ciudadano y como periodista, la guerra de Irak. Estamos en un tiempo complicado, explicó.

"España es un país peligroso, como un camión que estuviera cuesta abajo lleno de TNT; así que hay que tener mucho cuidado".

El oficio del periodismo tiene que ayudar a comprender lo que pasa para ofrecer el relato que se merece la realidad, no aquel de los que se creen en posesión de la verdad para lanzarla contra aquellos que opinan lo contrario. Una enorme cola de autógrafos corroboró el entusiasmo que desató el periodista cuando se quedó solo en el estrado.

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