Claro que sí hemos platicado abundantemente sobre la realización de una ceremonia de boda entre Aura Marina y yo. Me parece que el hombre es un ser de ritos y ceremonias, públicas y privadas, todo lo ritualizamos al menos en México y Guatemala.
De inmediato aclaro que ya no vuelvo a firmar papeles ante autoridad civil alguna, ya fueron suficientes las ocasiones en que me he plantado frente a un juez civil, con toda esa parafernalia que acompaña ese tipo de actos donde las parejas se amarran legalmente, para estampar mi rúbrica en el libro enorme de "matrimonios".
Mi idea es distinta ahora, no sé que planes tiene al respecto Aura Marina, ya le preguntaré en su oportunidad, pero yo quiero una ceremonia privada, efectuada al aire libre, si es en un bosque mucho mejor, tiene que ser una ceremonia muy aireada.
Una ceremonia donde el testigo principal del compromiso que habremos de establecer ella y yo, sea la propia naturaleza de donde provenimos todos. No quiero testigos de calidad, ni damas de honor, ni pajecitos que le levanten la cola del vestido de mi amada, ni padrinos de arras, vinos, mariachi, lazo, velo, ramo, fotos, banquete, video, viaje de bodas, etcétera, etcétera.
Se me antoja mucho salir a algún bosque, eso sí bien arregladitos los dos, peinados, bañados y con nuestras mejores galas para la ocasión, si ella desea vestir de blanco y ponerse un velo, lo acepto. Yo como soy un hombre sencillo, de campo, iré vestido con mi pantalón blanco y mi guayabera verde claro, todo de lino, y mi sombrero cubano, ese que es blanco de ala corta y que tiene una cinta negra alrededor.
El compromiso de comprometerme a fondo con ella, ya lo asumí internamente. También asumí que amo la diferencia entre nosotros. Y que la quiero cuidar amorosamente, no competir jamás entre nosotros, ser amistosos y afectuosos todo el tiempo que eso sea posible.
Adentrarnos en el bosque, y en un claro del mismo, ahí detenernos y ponernos frente a frente, mirarnos fíjamente a los ojos, que es el espejo del alma, y decirnos que nos amaremos siempre, de forma leal y comprometida. Sellar ese compromiso con un beso largo, suave, amoroso, sería algo sensacional, pienso yo, A ver qué piensa de esto mi amada Aura Marina. Se aceptan sugerencias.
Dejar el bosque tomados de la mano, recorrer un camino inédito, una aventura de la vida, como lo es unirse a otra persona por voluntad propia.
Se me antoja comer un mole y arroz, con muchas tortillas hechas a mano; para celebrar nuestra unión, ya que ella proviene de una familia oaxaqueña tradicional, y eso es lo que se estila por aquellos rumbos de la Mixteca, será a su modo pues.
Naturalmente, que en algún momento posterior iremos a visitar a su familia a comunicarles la buena nueva de nuestro matrimonio, que aunque suene raro haberlo hecho en un bosque, como animalitos que solo se juntan y ya, sin mayores trámites.
Ese es mi modo, y ustedes podrán decir: "qué feo su modo", y tienen derecho a opinar así.
No iremos de luna de miel a ninguna parte, porque esa tradición nos parece anacrónica y posmoderna, es decir vacía de contenido.
Haremos el amor siempre, sin esperar lo que marca la tradición como la fecha indicada, que flojera me da eso.
Los compromisos entre Aura Marina y yo, son pocos y sencillos de explicar, pero profundos y muy íntimos.
Lo único que no haremos será soñar con los hijos que no tendremos, ese tema no viene al caso a estas alturas del partido, esta será una familia pequeña conformada por dos rebeldes y subversivos del amor.
Con eso basta...
Invitas a la boda por favooooor!! No me la quiero perder...
ResponderEliminarQue hermoso Bolivar. Estaría demás aportar una sugerencia, esto es especial, sencillo y bello.
ResponderEliminarLa única sugerencia que te haría al final de cuentas es que sea un bosque en el que se escuche la música del viento, un bosque de coníferas.
Si hubieran hojas secas o flores de bougambilia en el suelo sería maravillosos para una fotografía.
Mis mejores deseos para ese maravillosos amor!!!!