Aura Marina y los celos.

Querida Aura Marina: ayer cumplí un año de estar en Guatemala y con las ilusiones rotas. Ni trabajo, ni relaciones sociales, ni novia pude tener. Nada.

Bueno, ahora existes tu, el amor de mi vida, y te lo digo aquí en privado, antes de proseguir con esta misiva; te amo y quiero hacer la vida contigo, acompañándonos en un proyecto de largo plazo, basado en la confianza y la lealtad, y cuidado amoroso del otro. ¿Estamos de acuerdo?

Bueno, hay cosas de mi vida que tu todavía desconoces porque el poco tiempo que tenemos en esta relación no ha dado lugar a tantas confidencias y revelaciones de la personalidad del amado.

Soy un hombre apasionado e intenso, tanto en el amor como en los celos (polos de los mismo), soy muy histriónico, eso quiere decir que puedo actuar y desplegar mis habilidades para la comedia y el drama. Soy convincente en mis actuaciones, hasta yo me las creo.

Pero mi vida, a estas alturas de mi vida, los celos me dan mucho fastidio y aburrimiento, habiendo otras emociones por explorar, ¿para qué los celos ahora?

Los celos causan reacciones diversas, por un lado da cierto orgullos que el ser amado se encele de algo o de alguien, porque las reconciliaciones que vienen posteriormente son deliciosas, casi siempre. Por otro lado, causan mucho sufrimiento innecesario, y ¿cómo para qué eso entre nosotros?

Cuando yo llegué a Guatemala el año pasado en estas fechas, y arribé al aeropuerto La Aurora, te juro que no me bajé del avión con una cartulina blanca colgando atada de mi cuello, con la siguiente leyenda: "SOY SOLTERO Y DISPONIBLE. INTERESADAS ANOTARSE EN EL REVERSO". Te prometo que nada de eso ocurrió, aunque era un dato real, lo que sucede es que las cosas no son como yo las imaginé y muy rápido entendí que yo aquí en Guatemala soy una especie de alliens, extraterrestre, sin ninguna posibilidad de conocer a nadie con fines amorosos. Tampoco puse anuncios en los periódicos ofreciéndome como un caballero atractivo y culto que busca damita para fines serios. No hice nada de eso que tu fértil imaginación podría visualizar.

Ya te había contado que había cancelado, de algún modo, mi búsqueda de una compañera de vida, hasta que apareciste tu como un acto de magia y de maravillosa suerte que el Universo me tenía preparada.

Sigo siendo un hombre monacal, casto y puro, y es que no se puede ser de otro modo por estas tierras del señor.

Debo confesarte que me presentaron un par de señoras, remilgosas ellas, de la "alta sociedad" chapina, a las que invité a tomar un inocente café y pastelillos, sin que la conversación alcanzará algún tono interesante, siendo que lo único que me arrancaron fueron unos evidentes bostezos; ellas estuvieron todo el tiempo alertas para ver si había "gente conocida" en el restaurante que pudieran delatarlas después en sociedad, que estaban con un hombre desconocido, a las 5 de la tarde. ¡Qué horror!

Jamás las volví a ver y no quiero saber de sus vidas, no me interesan en lo más mínimo.

Como te lo he explicado suficientemente, vivo encerrado con mi amante, la literatura, que resultó muy exigente y que no me deja dormir en paz. Vivo para leer y escribir, placer de tiempo completo que pocas personas pueden darse ese lujo.

Ahora tu estás en mi vida metida hasta el tuétano, en mis entrañas.

Dejemos las escenas de celos para las telenovelas mexicanas, no perdamos el valioso tiempo de nuestras vidas en eso, por eso te pido que confíes en mi como yo lo hago contigo.

Cuando dije: que yo era soltero y disponible, era una verdad, que ahora se ha modificado: sigo soltero pero solo estoy disponible para ti en exclusiva. Y dejaré la soltería tan pronto como querramos los dos, y eso será cuando tú aceptes vivir conmigo bajo las reglas de los dos.

Estamos en el entendido que queremos estar juntos en este hermoso amor y que pronto haremos realidad.

Mientras tanto sigo en este país mirando los volcanes y los celajes de la tarde para llenar mis ojos y mi espíritu.

Te amo apasionadamente.

Tuyo siempre.