martes, 9 de noviembre de 2010

Mujer madura con un joven.

En este mundo machista las cosas se juzgan de un solo lado. si un hombre maduro se liga a una chica joven, nadie dice nada y nadie se escandaliza por ello. Pero si se trata de una mujer madura la que se liga a un joven, todos pegan el grito en el cielo ¡No es posible!

Esta es la crónica real de una discusión por ese tema en el ámbito familiar. El relato es de la madre de uno de los chico asombrados.

"He pasado unos días en un país caribeño, para asistir a la boda de la hija de uno de mis mejores amigos. Me acompañó mi hijo, que anda luchando por dejar la adolescencia pero que, para mi desesperación, aún no ha salido de ella.

El grupo de amigos que acudimos a la boda era bastante numeroso, sobre todo porque la mayoría iban, como yo, acompañados de sus hijos. Al segundo día, los semiadolescentes de entre 17 y veintitantos años iban por su lado y los “mayores” por el suyo, sobre todo por las noches.

Después de cenar, los “mayores” compartíamos copa y tertulia antes de ir a dormir, mientras que los jóvenes se perdían en las noches caribeñas.

Fue al tercer o cuarto día, cuando mi hijo y sus amigos comentaron que habían ido a una discoteca y que se llevaron una sorpresa. “Estaba repleta de señoras de tu edad”, dijo mi hijo, lo que ya me hizo torcer el gesto. “¿Es que las señoras de “mi edad” no tienen derecho a ir a bailar?”, respondí enfadada. “Si, claro, pero... estaban ligando con chicos casi de nuestra edad. No sé, pero no queda muy bien ver a una señora abrazada a un chico mucho más joven”, terció uno de los amigos.

Una chica comenzó a relatarme alguna escena que habían visto y otro, a criticar abiertamente a esas señoras “maduras”. “Es turismo sexual”, dijo otro, como si descubriera América. Dudé antes de responder. Por una parte, me tentaba darles la razón, por una cuestión estética más que otra cosa y porque estoy en contra del “turismo sexual” basado en la explotación de la pobreza, pero por otra me fastidiaban tantas alusiones a mi “edad”, como si yo hubiera salido de la Prehistoria.

Al final, les canté las 40: “Tan jovencitos y tan machistas. No os he visto poner cara de asombro cuando vemos en la playa a algún carcamal acompañado de una jovencita. ¡Porque hay cada uno, que parece pasear a su nieta! Eso no os llama la atención, pero sí que una mujer madura pueda ligar con un chico joven. Decidme cuál es la diferencia”.

Se armó la ’marimorena’. Se defendieron como pudieron, porque en realidad no tenían argumentos para “asombrarse” por una cosa y no por la otra. Al final, cuando me quede a solas con mi hijo, me dijo:”¡Hay que ver cómo te has puesto de enfadada!”. Le respondí que no era enfado, sino que me sorprendía que ellos tan modernos todavía tuvieran esos prejuicios.

Mi hijo admitió que le convencía mi argumento de que si no llama la atención que los “maduritos” liguen con jovencitas, es puro machismo que las “maduritas” no puedan hacer igual. Cuando creía que le había derrotado, me miró antes de decir: “Tienes razón, pero...”. No le deje seguir, porque me conozco".

Todos tienen pleno derecho a enamorarse o ligar con quien se les de la gana. No es un asunto de edades, a menos que la mujer madura intente seducir a un "pobre" adolescente. ¡Vaya!, qué cosas siguen vigentes en pleno siglo XXI.

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