Para los que eramos jóvenes en los lejanos años sesentas, la figura de Raquel Welch se convirtió en un símbolo sexual, no la considerabamos una buena actriz simplemente poseía un cuerpo escultural.
La carrera de Raquel Welch es minimalista: pocas palabras y algunas pieles colocadas estratégicamente sobre su escultural figura. Su aparición con bikini en la película sobre la prehistoria Hace un millón de años (1966) la convirtió en icono sexual de los años 60 y 70. Pero su ardiente mirada y su melena castaña convencían más que su talento interpretativo. Ayer cumplió 70 años.
Welch, cuyo nombre verdadero es Jo Raquel Tejada y nació en Chicago, actuó al lado de muchos grandes de Hollywood, como James Stewart (Bandolero) y Frank Sinatra (Lady in Cement); sin embargo, esperó mucho tiempo en vano a que le llegara el gran papel de su vida. En parte, no llegó porque numerosas revistas celebraban sobre todo sus voluptuosas curvas. En 1966, la estadunidense Life la coronó “la mujer más fotografiada del año”. Ese mismo año apareció en una inolvidable película italiana, al lado de Marcelo Mastroianni, titulada Dispara fuerte, más fuerte; no lo entiendo, dirigida por Eduardo De Filippo.
Sus honorarios no eran tampoco nada despreciables: llegó a cobrar un millón de dólares en los años 60 por sus contratos e invirtió el dinero muy precavidamente en una productora propia.
Su talento para la comedia quedó patente en Los tres mosqueteros, que en 1973 le valió un Globo de Oro. Sin embargo, a partir de ahí su carrera se le hizo cuesta arriba.
Durante el rodaje de la adaptación de Cannery Road, de John Steinbeck, los estudios la obligaron a ceder el papel a su colega Debra Winger. En esa ocasión el minimalismo servía de poco. Por supuesto, la actriz se quejó y logró una indemnización de 11 millones de dólares por daños a su carrera. Pero en realidad la sentencia de 1980 significó su entrada a la prejubilación.
Welch proviene de una familia de lo más internacional: su padre, Armando Carlos Tejeda, era un ingeniero boliviano de origen francoespañol, y su madre, Josephine Sarah Hall, tenía ascendencia angloescocesa. Desde pequeña asistió a clases de teatro y ballet, y durante su adolescencia ganó varios concursos de belleza, entre ellos Miss Fotogénica y Miss Curvas.
Su apellido inglés viene de su novio de la universidad James Westley Welch y el primero de sus cuatro maridos. Después de unos años y dos niños, Welch se hartó del matrimonio, se divorció y comenzó a trabajar de modelo, camarera y anunciadora del estado del tiempo en una cadena de televisión. En 1964 consiguió su primer papel, una modesta participación en la cinta de Elvis Presley Roustabout.
Ahora, tras su cuarto divorcio –esta vez del pizzero Richard Palmer, 15 años más joven–, vuelve a estar soltera. “No puedo soportar que mi marido me traicione. Después de todo, soy Raquel Welch, ¿entiende?”, señala una de sus citas más famosas.
La seguridad en sí misma sigue sin faltarle. La belleza es, en cambio, cuestión de edad. “Por supuesto que ya no uso la misma talla que antes. ¡Pero sigo llevando jeans ajustados y creo que me siguen sentando estupendamente. ¡Igual que antes!”, dijo en 2007.
No a Playboy
El editor de Playboy, Hugh Hefner, quien la encontraba “mágicamente atractiva”, la situó en el tercer puesto de la lista de las “100 estrellas más sexys del siglo”. La revista estadunidense le ofreció participar en una de sus ediciones; sin embargo, la misma publicación señaló que la actriz rechazó, al igual que Mary Tyler Moore, Caroline Kennedy, Bárbara Walters, Sally Field y Elizabeth Taylor, la oferta de un millón de dólares por posar desnuda en las páginas centrales.
Y prueba de que los años no hacen mella en su belleza. Es el filme Legalmente rubia (2001), en el que también se le ve al lado de Reese Witherspoon.
Para celebrar sus siete décadas El cuerpo, como se le conoció en los años 70 por su figura, lanzó hace unos días al mercado el libro Raquel más allá del escote, en el que plasma sus vivencias y ofrece algunos consejos para envejecer bien. Señala que el cuerpo es como una casa o un coche, que debe cuidarse para que se conserve en buenas condiciones.
Entre algunos de los tips indicó que ella controla mucho el consumo de azúcar, cafeína y sal, que desayuna claras de huevo y nunca come después de las seis de la tarde.
Durante una visita al programa de Oprah Winfrey, Welch afirmó que nunca se ha hecho una cirugía estética. Sin embargo, algunos medios de Internet hicieron comparaciones de unas imágenes de su juventud hasta la fecha
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