lunes, 14 de marzo de 2011

Crímen en el circo chino de Pekín.

En realidad el circo chino de Pekín, es una empresa de familias de cirqueros mexicanos y cuenta entre su electo estelar a una pareja de chinos que son malabaristas, por ello se les ocurrió bautizar al circo con ese nombre.

El acto cumbre del circo ha sido por años, el que realiza el mago e ilusionista Chen Kay, también mexicano y accionista de la empresa.

Chen Kay es un hábil ilusionista y diestro en el manejo de los cuchillos.

Una vez que ya han salido a las pistas del circo los payasos y los animales, vienen enseguida los trapecistas, para preparar el ambiento de tensión que requiere Chen Kay en su acto supremo: tirar una docena de cuchillos filosos a una mujer que está recostada en una pared de madera, situada a unos 3 metros de distancia.

La mujer de este acto es la esposa de Chen Kay, ella y él han practicado este acto miles de veces a lo largo de los años que llevan juntos en ese matrimonio, y nunca ella, Kimberly se llama, ha sufrido el menor accidente.

Chen Kay, ahora efectúa su acto con los ojos vendados, aunque el pañuelo negro que se pone ante los ojos es ligeramente transparente, y sí alcanza a visualizar a su esposa, el acto es riesgoso para ella.

Kimberly se acaba de enterar que su marido, Chen Kay, tiene como amante a la domadora de los elefantes, sobre los cuales realiza grandes acrobacias en plena carrera de esos paquidermos.

Ursula, la domadora, le pidió a Chen Kay que para continuar esa relación era necesario que se divorciara de Kimberly, asunto que Chen Kay quedó en meditar y resolver a corto plazo.

El circo chino de Pekín tenía ya programada una gira por todo el continente americano, ahora que llegaron a Guatemala con toda la compañía, Ursula le puso un ultimátum a Chen Kay: o dejaba de una vez por todas a Kimberly en Guatemala o ella se regresaba a México al circo Atayde Hermanos, quienes le hicieron una jugosa oferta laboral.

Chen Kay se puso nervioso por tal disyuntiva. Pero no se deba cuenta que Kimberly sospechaba bastante de sus infidelidades, veía con ojos de puñal a su rival de amores.

En el circo empezaron a suceder cosas raras e inexplicables con Chen Kay, Ursula y Kimberly. Los elefantes se negaban a salir a la pista a trabajar, a dos de ellos les dio una tremenda diarrea por algo que comieron en la noche, y como el acto se trata de que los cuatro elefantes salen tomados de la cola con la trompa del de atrás, pues eso no era posible por la enfermedad de dos de ellos. El acto de Ursula se tuvo que suspender hasta que se aliviaran de la panza los paquidermos. Los cuchillos de Chen Kay desaparecieron todo un día. Los trajes de fantasía de Kimberly fueron cortados con una navaja hasta convertirlos en faldas hawuaianas, solo tiras de tela eran sus vestidos de gala.

La noche del debút del circo chino de Pekín en Guatemala, Chen Kay estaba desconcentrado y, sin querer dice él, lastimó a su esposa Kimberly al lanzarle sin puntería dos cuchillos que dieron en sus brazos extendidos. Hiriéndola de cierta gravedad. Chen kay tenía los nervios de punta y las manos le sudaban y le temblaban demasiado.

No supo cómo pudo pasarle tal cosa, nunca antes había fallado en el lanzamiento de los cuchillos a su esposa. Pero esa noche fue terrible para todos, Ursula viendo el espectáculo desde la tribuna, enfurecida con su amante que aun no decidía absolutamente nada. Kimberly en el hospital Herrera Llerandi con grandes heridas en ambos brazos por arma cortante. Y Chen kay como una fiera enjaulada. El triángulo pasional había tocado las fibras más sensibles de los tres. Unos heridos físicamente y otros en lo emocional.

A la mañana siguiente, gran conmoción en el circo, y la presencia de la Policía Nacional de Guatemala, apareció un cadáver con cuatro cuchillos clavados en la espalda.

El circo fue teatro de un morbo exagerado de la prensa y de la televisión. Todos preguntaban por qué mataron a esa persona con tanta saña, era algo inaudito, la cocieron a puñaladas.

¿Quién mató a quién?

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