lunes, 14 de marzo de 2011

Dalai Lama: me voy de la política.

En una emotiva carta leída en el parlamento tibetano en el exilio, el Dalai Lama ha formalizado su deseo de dejar por completo la política. Ha pedido que el proceso "no se demore más" y que se haga durante esta sesión legislativa, que durará 10 días. Tenzin Gyatso, quien recibió cuando tenía dos años el título de Dalai Lama (reencarnación de Buda en la Tierra), seguirá siendo el líder religioso.

"El tiempo ha llegado para delegar mi autoridad formal a un líder electo", decía la carta del Dalai Lama, leída ante un parlamento lleno por Penpa Tsering el portavoz del parlamento en el exilio en Dharamsala, una ciudad en los Himalayas de India. Entre los presentes se veían caras de preocupación y se vieron algunas lágrimas. Es la primera vez en unos 20 años que al leerse un comunicado del Dalai Lama no hay muchos aplausos, ha comentado la parlamentaria Dolma La.

El líder de los tibetanos acepta que podría ser difícil para la gente aceptar un sistema político que no tiene al Dalai Lama al frente, pero confía en que la gente lo entenderá y asegura que él ha intentado en los últimos 50 años fomentar la participación pública. Este momento es "histórico", consideran los expertos, porque el premio Nobel de la Paz de 1989 está intentando una separación de toda la institución de los Dalai Lama del sistema político tibetano en el exilio. O sea, que deje de ser teocrático y sea democrático.

Este cambio es "únicamente por el beneficio de los tibetanos a largo plazo", dice el comunicado que reconoce que los tibetanos podrían estar en el exilio por varias décadas y que por ello es importante establecer un sistema de gobierno "que no dependa en un solo hombre". El Dalai Lama aclara que seguirá sirviendo a la causa.

El portavoz del parlamento aclaró que en los próximos días los legisladores tendrán que decidir sobre la decisión del Dalai de acuerdo con los deseos de la gente. Las opciones son tres: dejar retirarse al Dalai Lama, pedirle que se quede o una en el medio camino, en donde se le quiten responsabilidades, pero que siga al frente del gobierno.

La comunidad tibetana en el exilio elegirá el próximo domingo a un nuevo primer ministro que, si se cumple con los deseos del Dalai Lama, será el máximo líder político. Unos 75.000 votantes escogerán entre tres candidatos: Lobsang Sangey, abogado e investigador en la Universidad de Harvard, Tenzing Namgyal, experto en estudios tibetanos por la Universidad de Stanford y Tashi Wangdi, un oficial del gobierno actual. Se espera que gane Lobsang Sangey, de 42 años, a quien se le reconoce como muy preparado, con mucha exposición internacional y el más joven de los tres.

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