sábado, 26 de marzo de 2011

Madrid, por una universidad laica.

Lejos de calmarse, la polémica de las capillas va en aumento. Esta tarde, distintas organizaciones universitarias han convocado "un acto cívico laicista" que ha comenzado a las seis en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la UCM, en la calle Noviciado. Entre los asistentes, sentado en primera fila, ha estado el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el actor Leo Bassi, Willy Toledo o el artista Shangay Lily.

El teólogo Juan José Tamayo ha asegurado ante los asistentes, que han llenado la biblioteca, que "España aún no ha hecho la transición religiosa. Quedan muchos restos del Nacional Catolicismo. Restos en la Constitución". Por eso, ha denunciado que "todo este humo que ha podido crearse entorno a la performance encubre la ocupación de un espacio laico". "El objetivo prioritario es eliminar esas capillas", ha aseverado.

También para Llamazares el acto en la capilla cumplió "todos sus objetivos". Por un lado airear la presencia de capillas de "una derecha ultramontana" y, por otra, que las instituciones lo vieran como "sujeto a reproche penal", lo que el diputado ha matizado que no comparte.

Por su parte, el cómico Leo Bassi, en su intervención, se ha dirigido a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que hace un par de días se preguntaba que qué hubiera pasado si el acto hubiera sido en una mezquita. "¿Qué hubiera pasado si alumnos musulmanes hubieran pedido una mezquita en la universidad? ¿Qué hubiera pasado en el PP?", ha reprochado el actor. En tono irónico, el actor Willy Toledo se ha dirigido a los alumnos que participaron en al acto en la capilla: "Os habéis pasado siete pueblos". Y ha añadido: "Os voy a guardar rencor por no haberme llamado a desnudarme con vosotros y sentir el rencor de la extrema derecha de este país".

Cuando una de las estudiantes detenidas ha tomado la palabra para finalizar el acto, toda la sala pie se ha puesto en pie al grito de "detenidos, absolución". "Nos detienen porque somos de izquierdas, radicales y masivos", ha dicho la joven, que se llama Rita. "Nosotros no nos tapamos", ha concluido.

Las asociaciones convocantes, las mismas que convocaron y firmaron un manifiesto leído en el acto reivindicativo en la Facultad de Geografía e Historia el pasado martes, denuncian que se está llevando a cabo "una campaña de desprestigio de la universidad pública, de interferencia en la autonomía universitaria y de insultos al rector y a los estudiantes".

"Todo ello con la campaña electoral al rectorado como revelador telón de fondo", añaden. Asimismo, consideran que la presencia de oratorios en los campus es "herencia de siglos de privilegios otorgados a esta institución por parte de los poderes públicos" y conciben su existencia "incompatible con un Estado democrático que trate a todos los ciudadanos por igual con independencia de sus credos".

A su juicio, "la furibunda reacción de los sectores más conservadores" ha reabierto el debate sobre las prerrogativas "de una institución caracterizada por su resistencia al progreso científico, la igualdad de mujeres y hombres y la diversidad sexual". A este acto variopinto han acudido representantes del mundo del arte y la cultura, los derechos de las mujeres y LGTB, la investigación y la docencia, con el objetivo de reivindicar "una universidad laica y sin privilegios para la Iglesia". Además de varios profesores universitarios, han participado los catedráticos Ramón Cotarelo, el teólogo Juan José Tamayo y Esther del Campo, el escritor Isaac Rosa, la actriz transexual hangay Lily, el actor Willy Toledo, partidos políticos, la FRAVM y Ecologistas en Acción. Madrid alberga el doble de capillas que las demás universidades públicas de toda España juntas.

Segunda demanda


El Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro ha presentado ante los juzgados de instrucción de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón una querella criminal contra los jóvenes que irrumpieron en una capilla del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Se trata de la segunda demanda que se interpone por estos mismos hechos, tras la del pseudosindicato Manos Limpias, que provocó la detención de cuatro universitarios.

El incidente ocurrió el jueves 10 de marzo, cuando unos 50 jóvenes entraron en el templo, donde estaban el párroco y unas alumnas rezando, para protestar contra la Iglesia. En el acto, tildado por el Arzobispado de Madrid de "profanación" y de "performance reivindicativa y pacífica contra el sistema patriarcal y el poder de la Iglesia" por sus autores, se corearon consignas como "Contra el Vaticano poder clitoriano" o "Menos rosarios y más bolas chinas". Además, dos chicas se desnudaron de cintura para arriba y se besaron en el altar. Este incidente ha provocado, además de numerosas declaraciones a favor y en contra, la apertura de un expediente a los alumnos, una misa de desagravio en el oratorio, tensión en las universidades y un intenso debate sobre la conveniencia o no de que haya templos en los campus universitarios públicos, además de furibundas críticas contra el rector Carlos Berzosa.

Denuncian una campaña de "desprestigio"

En su comunicado, el Centro Tomás Toro, dedicado a la "defensa de los derechos naturales del hombre", también califica de "profanación" lo sucedido. Basan la querella, igual que Manos Limpias, en la presunta comisión de un delitos de ofensa a los sentimientos religiosos, tipificado en el código penal y condenado con una pena de hasta seis años de cárcel.

La querella se ha presentado contra los responsables de la Asociación Contrapoder y de la Asociación RQTR, así como contra todos los jóvenes que irrumpieron en la capilla. Además, el centro ha enviado una carta al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, para solicitarle una entrevista "a fin de buscar soluciones para garantizar el derecho constitucional a la libertad religiosa y de conciencia", según informan en su comunicado, en el que denuncian además que "las agresiones a las creencias católicas de la mayoría de los españoles se vienen repitiendo últimamente más de lo adecuado, lo que sin duda está creando una cada vez mayor alarma social".


Manifiesto contra las capillas
En los últimos días 300 profesores se han adherido a un manifiesto para pedir una universidad laica, en el que se sostiene que la presencia de capillas y otros símbolos de poder religioso en las instituciones educativas públicas "no responde a la satisfacción del derecho a la libertad de culto, sino a un privilegio de la Iglesia". Un "privilegio" que, a su juicio, "va siendo hora de superar en las universidades públicas".

Por lo tanto, piden que "el convenio entre el exrector Gustavo Villapalos y el Arzobispado de Madrid que otorga a este último la gestión exclusiva de las capillas de la UCM sea revocado en defensa del principio de aconfesionalidad del Estado recogido en la Constitución".


Declaración de Somosaguas
Un grupo de profesores 35 profesores del campus de Somosaguas ha escrito otro manifiesto, llamado Declaración de Somosaguas y que ya suma 3.000 firmas. Sus promotores han dirigido una carta a Berzosa en la que solicitan una reunión.

En el texto, expresan su "más firme condena de los hechos reprobables" que sucedieron en la capilla y "deseo de que la universidad sea un espacio de libertad y concordia donde se respeten todos los derechos legítimos que reconoce la Constitución". Por ello, solicitan que la Complutense adopte "las medidas disciplinarias oportunas para que no quede impune lo sucedido ni sea manchado el buen nombre y trabajo de esta comunidad universitaria" y que "las autoridades públicas competentes adopten las medidas judiciales oportunas ante lo que constituye un atentado contra la libertad de culto".

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