La artritis reumatoide genera daños irreversibles si no es detectada en sus primeros dos años. De hecho, los tratamientos actuales están orientados principalmente a aliviar el dolor y evitar que el cuadro se profundice. Pero ahora, el trabajo de investigadores de la Universidad de Nueva York otorga una nueva esperanza a quienes sufren la enfermedad: desarrollaron una proteína que es capaz de reducir e incluso bloquear la enfermedad.
Los científicos produjeron en laboratorio una proteína llamada factor de crecimiento progranulin (PGRN), sustancia que es producida de manera natural por las células del sistema inmune, las células epiteliales y las neuronas.
La sustancia tiene la capacidad de reducir la inflamación, sin embargo, cuando se producen procesos inflamatorios, los glóbulos blancos secretan enzimas que neutralizan su acción. Es decir, el organismo produce una respuesta autoinmune y ataca sus propios mecanismos de defensa, lo cual permite el desarrollo de la artritis reumatoide, una enfermedad que, según la última Encuesta Nacional de Salud elaborada por el Minsal, afecta a un 2,3% de la población chilena, y se focaliza especialmente en las mujeres.
Para probar el efecto de la proteína PGRN en laboratorio, los investigadores usaron ratones diseñados genéticamente para desarrollar la enfermedad. Los investigadores les administraron la proteína y, como explica a La Tercera Chuanju Liu, autor principal del estudio, al cabo de un par de horas comenzaron a producirse los cambios. Sus patas y manos mostraron una importante reducción en la inflamación y recuperaron parte de la movilidad perdida. "Esta molécula puede inhibir la inflamación y mejorar la artritis", dice Liu.
Los autores explican que la proteína PGRN fue capaz de bloquear los receptores del factor de necrosis tumoral (TNFR), una sustancia química producida por las células del sistema inmune que produce la inflamación de la membrana que recubre los cartílagos en las articulaciones, fuente de todos los síntomas y molestias. Al bloquear los receptores que captan y utilizan esta sustancia, la proteína PGRN logra bloquear el avance de la enfermedad e incluso aliviarla. "Nuestros hallazgos sustentan la noción de que PGRN es un regulador clave de la inflamación, en parte, al bloquear los receptores de TNFR", dice el trabajo publicado en Science Express.
Pero los investigadores descubrieron algo más. En sus pruebas encontraron que una sustancia creada con tres segmentos de PGRN, llamada Atsstrin, tiene un mayor poder antiinflamatorio, sin embargo, sería menos hábil para bloquear los receptores de TNFR.
Aunque aún faltan pruebas en humanos para comprobar que ambas sustancias mantienen su potencial curativo, Liu afirma que "Atsttrin mantiene la promesa de ser un agente terapéutico contra la enfermedad".
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