miércoles, 9 de marzo de 2011

Rey de Marruecos plantea una reforma.

Mohamed VI ha anunciado hoy en un discurso televisado una "una reforma constitucional global", en la que se reforzará el papel de las regiones, del Parlamento, así como el del primer ministro "como jefe del Ejecutivo", salido del partido más votado y no nombrado por el monarca, como sucedía hasta ahora. El rey también ha anunciado que la nueva Constitución reconocerá "la lengua amazig como parte central en tanto que patrimonio de todos los marroquíes". La nueva Ley Fundamental será sometida a referéndum.

La reforma constitucional deberá tener como punto central de la reforma la descentralización de Marruecos, ya anunciada por el monarca en sendos discursos de enero y agosto de 2010. Así, la segunda cámara (una suerte de Senado) será la que represente a las regiones, mientras que los gobernadores (walis) perderán parte de su poder en detrimento de los nuevos consejos regionales, que surgirán de "votación general directa".

La regionalización del país ha sido la estrategia principal de Marruecos para la salida del conflicto del Sáhara, con el reconocimiento de una amplía autonomía para las que Rabat llama las Provincias del sur. En el discurso de hoy, Mohamed VI ha negado que vaya a haber "una regionalización con dos velocidades: regiones privilegiadas que disponen de suficientes recursos para desarrollarse, y otras necesitadas".

Dentro de la política de regionalización, la nueva Constitución consagrará "el carácter plural de la identidad marroquí unitaria y rica por la variedad de sus afluentes, donde el amazig (lengua bereber) ocupa un lugar central en tanto que patrimonio de todos los marroquíes".

De acuerdo con los puntos esbozados hoy por Mohamed VI, la cámara de diputados ampliará "el ámbito legal otorgándoles nuevas atribuciones", con el fin de "ejercer sus funciones de representación, legislación y control"; el partido político que más votos haya logrado en "elecciones libres e imparciales", será el encargado de formar gobierno asumiendo "la responsabilidad del gobierno y de la administración pública así como de dirigir y aplicar el programa gubernamental"; hasta ahora el nombramiento del primer ministro era una atribución directa del rey.

El monarca nombrará una comisión constituyente, que deberá de presentar un proyecto de Constitución para el mes de junio. La nueva Constitución será sometida a un plebiscito popular para su aprobación.

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