domingo, 6 de marzo de 2011

Vivir solo, es la tendencia.

Vivir solo será la opción en los próximos 20 años para el doble de mexicanos que hoy lo hacen; tres millones de parejas se sumarán a las que ahora comparten un techo con suegros, abuelos, cuñados, tíos o cualquier otro familiar, y la cifra de hogares habitados por personas sin un lazo de parentesco crecerá 50 por ciento. Esas son sólo algunas de las formas en que se conformarán las más de 11 millones de familias que surgirán en las siguientes dos décadas, quitándole exclusividad al modelo tradicional de padre, madre e hijos.

De aquellas familias de los años 70, en las que se sentaban a la mesa diez o hasta 15integrantes, se ha pasado a hogares en los que sólo vive el padre o la madre con los hijos, parejas que deciden no tener descendencia, o adultos que todavía no han salido de casa de sus padres. La de los tuyos, los míos y los nuestros es otra de las formas de familia que cada día ganan más terreno. También la de los abuelos criando a sus nietos. Y parejas del mismo sexo.

Otros mexicanos optan por tendencias de países de primer mundo: casi dos millones y medio viven solos y alrededor de 200 mil con un roommate (compañero de cuarto). Ambas formas de ser familia son más frecuentes en el Distrito Federal; en cambio, pocos tlaxcaltecas comparten casa con quien no tienen un lazo de parentesco y Campeche es el lugar donde menos personas viven sin compañía.

En 2010 había en México 28.1 millones de hogares, nueve de cada diez, catalogados como familiares por las relaciones de parentesco consanguíneo o político entre sus habitantes, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).

En números, las familias nucleares son más que cualquier otro tipo de arreglo familiar o modelo de familia en nuestro país; sin embargo, en porcentaje van disminuyendo mientras emergen las llamadas DINK (Double Income No Kids o Doble Ingreso sin Hijos), las “donas”, en las que la generación de abuelos y abuelas cuida a la de los nietos; las unipersonales, las de padres solteros o madres solteras, las uniones de convivencia, o en las que conviven hasta cuatro generaciones, entre otras.

“Casi cada elección que va tomando una persona va configurando una forma de vivir en familia absolutamente legítima. Esto no significa que la familia esté desapareciendo, sino que se está trasformando constantemente”, explicó Guadalupe Ordaz de INCIDE Social AC.

En comunidades enteras de Michoacán, ejemplificó Ordaz, son las abuelas las que se tienen que encargar del cuidado de los nietos, porque los padres se vieron obligados a migrar. De hecho, las proyecciones del Conapo para 2050 prevén que en dicho estado se dará el mayor crecimiento de los hogares encabezados por mujeres, debido a la migración masculina.

Otros hogares que ganan terreno
De acuerdo con el Observatorio de Familias y Políticas Públicas, entre 1990 y 2005 los hogares formados por parejas con hijos se redujeron de 57.8 a 50 por ciento, los unipersonales crecieron de 5.4 a 7.6 por ciento y los de parejas solas pasaron de 6.7a 8.6 por ciento.

Que hoy las mujeres tengan en promedio 2.2 hijos y no siete o diez como antes, que la esperanza de vida haya llegado hasta los 75 años, que las demandas de divorcio crecieran 150 por ciento entre 1993 y 2008, que para los jóvenes de hoy sea más difícil emprender una vida independiente y que la falta de trabajo orille a padres y también a madres a migrar son sólo algunos de los fenómenos que están generando nuevas formas de ser familia.

Y esto no sólo implicará que para 2030 será necesario edificar una tercera parte de las viviendas que hay, para albergar a las nuevas familias, también se requerirán políticas públicas que dejen de enfocarse al retrato donde sólo había cabida para padre, madre e hijos, advirtieron expertos en el tema.

“La familia convencional claro que no era la vacuna, ni era perfecta, había adicciones y violencia, pero ahora de alguna manera aumenta la probabilidad. Cuestiones económicas y hasta el hacinamiento pueden ayudar a que aparezcan conductas antisociales y problemáticas y tenemos que reacomodarnos a esto, adecuarnos a los nuevos modelos de familias”, dijo Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Para Mario Romo, director general de Red Familia, la importancia de fortalecer el núcleo familiar radica en la imagen de que los malhechores no llegan en paracaídas de Marte, sino que provienen de familias disfuncionales.

“Fortaleciendo y haciendo políticas públicas se pueden resolver de fondo problemas como la inseguridad, el rezago educativo y la violencia”, aseguró.
Guadalupe Ordaz, de INCIDE Social, consideró que la pluralidad y las diversas formas de familia enriquecen a la sociedad, y resaltó la importancia de darles a hombres y mujeres las herramientas que les permitan cumplir con el conjunto de responsabilidades que implica vivir en familia.

Distrito Federal
El amor los mantiene unidos
Hace ocho años se conocieron en un bar y decidieron conformar una familia de dos, alejada de los cánones tradicionales y heteronormativos.
En 2007 se convivenciaron, es decir, formalizaron la relación bajo el régimen de la Ley de Sociedades en Convivencia, siendo la primera pareja del mismo sexo en unirse y disfrutar de las libertades que la Ciudad de México ofrece.

Por fin se respiraba un ligero aire de libertad con el reconocimiento legal a los hogares establecidos por dos personas del mismo sexo, sin discriminarlas por su forma de vida.

La unión de Antonio Medina y Jorge Cerpa es el retrato de un modelo familiar que cada día se ve con más frecuencia en el Distrito Federal y que involucra una lucha constante por alcanzar los mismos derechos y libertades que un matrimonio heterosexual.

Le llaman familia homoparental o diversa, en la que el rol de papá, mamá e hijos no se sigue al pie de la letra ni tampoco es prioritario para quienes la integran.
Ellos comparten gastos y responsabilidades en el hogar, cada uno se desarrolla en su rama profesional, viajan, se divierten, discuten y planean su futuro; el amor los mantiene unidos y no tienen prisa por conformar un matrimonio formal como ya lo permite la nueva ley en el Distrito Federal.

Dicen que aún no se han casado porque “son muy fiesteros” y planean una recepción al nivel de la que hicieron cuando se convivenciaron en compañía de 400 invitados. El recuerdo de su enlace está por toda su casa con fotografías de la fiesta, de sus viajes, con sus sobrinos y amigos.

“Existen estas familias, ahí están, no son mejores ni peores, es lo que planteamos Jorge y yo, como cualquier otra, las homoparentales tenemos broncas, pero también tenemos el gusto y ánimo de salir adelante, somos nacionalistas y queremos a nuestro país y aportamos lo mismo que el resto de las familias.

“Por desgracia, las políticas públicas están más en función de la familia nuclear que en función de la gran diversidad de familias que existimos en México”, comenta Antonio, activista y periodista dedicado a defender los derechos de los homosexuales.
Hace 15 años, los planes de Jorge distaban de lo que es su realidad: se quería casar, tener hijos y vivir en casa de su mamá.

Su perspectiva y plan cambiaron. Asegura que ya tiene la familia de sus sueños y hasta planea que ésta se extienda para ejercer su derecho a la paternidad, un rol que él y Antonio cubren con sus sobrinos y ahijados.
Veracruz

Apoyan a niños para evitar delitos
El asunto es ayudar, aunque sea poquito, expuso Antonio Chedraui Mafud, dueño de las tiendas Tony e impulsor de una fundación que apoya a niños, adolescentes, padres de familia y maestros a prevenir las adicciones. “Es un gusto cuando de una forma u otra puedes ayudar, aunque sea poquito, a otra persona”, asegura.

Chedraui Mafud es empresario, y desde hace 16 años creó la Fundación Tony, porque está convencido de que la prevención de adicciones y el apoyo a niños y jóvenes es mejor que atender delitos.

Autodefinido como un optimista, explicó que a él le inculcaron preocuparse por los demás y apoyar en el nivel que se pueda. La fundación que dirige tiene cuatro programas en activo, uno de ellos es Sé tu Amigo, enfocado a la prevención de adicciones, porque éstas afectan las relaciones familiares y hasta la productividad de un país.

Con ese programa se han atendido más de 300 mil personas con cursos en diferentes escuelas, desde primaria hasta preparatoria, empresas públicas y privadas. Son tallares de una hora durante un mes.

También han entregado 80 becas a personas con adiciones de alcohol y drogas para que ingresen en centros de rehabilitación como Cúspide, ubicado en el puerto de Veracruz.
Con la banca privada y el gobierno estatal impulsan un proyecto para crear polos de desarrollo regionales para atender los pequeños municipios y evitar el problema que se está generando en las ciudades.

“Los gobiernos y los empresarios deben voltear hacia las comunidades pequeñas y medianas por una razón: porque sus habitantes están llegando a las grandes ciudades a buscar oportunidades de trabajo y satisfactores de vida y se está creando un problema”.
Los resultados deben ser a corto plazo para resolver desde la productividad en el campo hasta dar servicios públicos en esos lugares donde no hay escuelas de todos los niveles, y los habitantes deben gastar en un viaje para realizar trámites en las ciudades.

Por otra parte, Chedraui y otros empresarios están participando con la Fundación UV (Universidad Veracruzana) para otorgar becas a estudiantes de escasos recursos de la zona conurbada Veracruz–Boca del Río.

Nuevo León
A ellas les toco hacerse cargo
Desde 1945, tres generaciones de la familia Rodríguez han forjado su negocio de antojitos mexicanos, iniciado por doña María Guadalupe Espinosa.
Originaria de Querétaro, María Guadalupe llegó a la capital regia en compañía de su esposo y su hija Rebeca, en busca de un mejor futuro.

Pasaron dos años de estancia en la ciudad cuando falleció el esposo, por lo que hubo necesidad de vender enchiladas y taquitos a las afueras del Mercado Juárez de esta ciudad, para mantener a su hija Rebeca.

“Se ubican en las afueras del mercado Juárez, ahí en un puesto de madera, empiezan ellas en 1945, ellas preparaban enchiladas y taquitos, todo lo hacían en la casa, después se iban con bracero”, relata Laura Rodríguez, hija de Rebeca.
Al paso de los años, Rebeca decide casarse y tiene cuatro hijas, las cuales, mientras estudiaban, le ayudaban a su madre en actividades del negocio.

“Podemos decir que todas las hijas crecimos aquí en la taquería, nos sentimos muy orgullosos del legado que nos ha dejado, de mucha constancia, de mucha responsabilidad y la enseñanza, de que teníamos que estar junto con ella, y eso nos hizo que aprendiéramos que quisiéramos este negocio” dice Laura, una de las hijas de Rebeca.

Llevar un negocio familiar es una gran responsabilidad, ahora la Taquería Juárez es liderada por las cuatro nietas de María Guadalupe.“No es fácil, todas somos diferentes, pero, sin embargo, mi madre nos ha inculcado algo muy importante: antes que el negocio está la familia, entonces, no podemos perder ese cariño, no podemos perder nuestros lazos familiares, eso es lo mas importante”, añade Laura.

Luis Garza, quien tiene más de 40 años trabajando en ese negocio familiar, se encarga del área de Recursos Humanos, para él, este equipo de mujeres es especial.
“Cada una de las hermanas tiene su forma de pensar; aquí la cosa es ir mediando la situación, yo las apoyo en cuanto a sugerencias que doy y ya ellas se ponen de acuerdo y toman la decisión”.

Jalisco
Ardiente vocación de servicio
Entre los miembros de la familia López. El patriarca y tres de sus ocho hijos (Felipe, Héctor y Samuel) sienten una ardiente vocación de servir y proteger a la población jalisciense, juntos han salvado miles de vidas durante desastres sean naturales o provocados por la mano del hombre. Tienen tatuado en el corazón el escudo del cuerpo de Bomberos y Protección Civil.

“Yo no fui de los niños que pensaba ser bombero, yo lo pensé y lo decidí cuando tenía 19 años. Me surge la inquietud de ser bombero en abril de 1961, había un incendio en Ocotlán en una gasolinera a una cuadra del puente viejo donde pasa el río Xula. Fui de visita con un pariente cuando se estaba quemando la gasolinera, vinieron los bomberos y me llamó mucho la atención y dije ‘yo voy a ser bombero’.

Me lo propuse y fui a la unidad de Bomberos de Guadalajara”, comenta el director de Protección Civil Jalisco, Trinidad López Rivas (conocido como El Mayor) quien está por cumplir en junio próximo 50 años de servicio.

Desde el inicio de su carrera aprendió una gran lección: para ser bombero se requieren méritos y pasión propios. En 1961 el examen lo presentaron 12 personas sólo ingresaron dos, uno de ellos era López Rivas.

“Mi intención era estar cerca del fuego, sentir, apagar un incendio, pensaba que siempre había una oportunidad de salvar una vida. Mi plan era ayudar tres meses, pero cada día que había un servicio, una emergencia iba aprendiendo y sintiendo un deseo de seguir siendo bombero”.

Esa pasión por servir la ha contagiado a sus hijos y nietos, que ya piensan seguir los pasos de El Mayor.

Oaxaca
La filosofía de la familia es dar la mano
“Amo a México porque su belleza me provoca un profundo suspiro; porque sus tortillas, frijoles y chiles se hacen parte de mi sangre”, exclama la presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú (FHH), en Oaxaca, María Isabel Grañén Porrúa.

La historiadora radicada en esta ciudad, comparte con su esposo, el empresario y promotor de la fundación que ella encabeza, la realización y fomento de obras filantrópicas en general y actividades varias para procurar mejores condiciones de desarrollo a personas desvalidas o marginadas.

La misión de la Fundación es fomentar la educación, promover la cultura y prestar asistencia, así como servicios comunitarios, en Oaxaca, directamente o en colaboración con otras personas o instituciones que persiguen los mismos fines.

De su lado, Harp Helú también presidente de Fomento Social Banamex, subraya: “Me interesa crear alternativas que coadyuven a combatir la pobreza, a fomentar mecanismos que equilibren las oportunidades de educación así como la creación de fuentes de trabajo”.

“Estoy convencido de que lo mejor es estar unidos y compartir, de preferencia, una visión de largo plazo”, insiste.
La Fundación Harp Helú apoya a proyectos educativos al considerar que son la mejor herramienta para alcanzar igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
También financia instituciones y servicios médicos al considerarlo un derecho humano; impulsa actividades ecológicas, científicas, propuestas culturales además de proyectos productivos.

Desde hace 15 años que Harp Helú, aficionado al beisbol y propietario del equipo de beisbol Guerreros de Oaxaca, concibió la idea de vincular las hazañas deportivas con la donación de recursos a instituciones con mérito y trayectoria.

El programa consiste en que por cada home run, anotado en los partidos de los Guerreros, recibe un valor en pesos para formar el fondo que se entrega una vez al año a organizaciones sociales, asociaciones civiles e instituciones de asistencia privada sin fines de lucro.

El Fomento Social Banamex y la Fundación Alfredo Harp Helú realizan el donativo que se distribuye entre instituciones elegidas por un comité que toma en cuenta trayectoria, compromiso, solidez, calidad del trabajo, el impacto de sus acciones en la creación de bienestar social, así como el cumplimiento de los parámetros que anualmente se establecen en las bases del programa.

Las instituciones y organizaciones de la sociedad civil beneficiadas realizan proyectos en áreas de educación, salud, asistencia social, cultura, deporte, ecología, apoyo jurídico, investigación y difusión científica, entre otras.

María Isabel Grañén concluye su himno Amor a México: “Porque su calor broncea mi piel; porque la luz de sus atardeceres ha iluminado mi pensar; porque la voz de sus poetas resuena en mi mente; porque el polvo de sus libros y documentos se ha impregnado en mi memoria”.

Áreas de acción
La Fundación Alfredo Harp Helú es una institución filantrópica mexicana que se concentra fundamentalmente en seis áreas:
-Educación
-Cultura
-Deporte
-Actividades productivas
-Beneficio social
-Salud
-Apoyo en desastres naturales
-La principal misión de la Fundación es contribuir activamente al mejoramiento de nuestro país.
-Para tal fin, la Fundación comparte proyectos con gobiernos y sociedad, buscando así multiplicar las acciones a favor de la gente y los más altos valores de la cultura de nuestro país.
-“Para nosotros, la gente es siempre un fin, no un medio en todas nuestras actividades”, se lee en su página de internet.

Durango
Su misión es conservar
Para la familia Nava Vila el único gasto para proteger a los animales es el trabajo para mantenerles limpias sus áreas y el tiempo que se les dedica.
La idea por la preservación de la fauna endémica de esta entidad surgió tras el acuerdo entre México y Estados Unidos, para la conservación del lobo gris. Desde entonces, el periodista, empresario y protector de animales silvestres, Juan Nava Stenner, decidió invertir para salvaguardar a diversas especies.

El conservacionista, padre de dos varones y esposo de Encarnación Vila, tiene desde hace 12 años el predio Aurora, en la capital estatal, y desde entonces su familia observó que empezaron a escasear algunas especies.

De ahí surgió también la idea de proteger la fauna endémica, tales como la ardilla chichimoco, el lobo gris, el pájaro gorrión serrano, del que sólo quedan 50 en el mundo.

Las visitas al predio, para observar animales silvestres, tales como el venado cola blanca y gato montés, más de 250 especies de aves, entre otros animales, a veces no se puede hacer juntos; sin embargo, la familia se mantiene unida y todos comparten la idea de conservar las especies en peligro de extinción.

Así, ellos han contagiado a los ejidatarios del conservacionismo, “pues ya se ha entendido que es mejor tener la fauna que matarla”, explicó Nava Stenner con una expresión de enojo al mismo tiempo que señaló que la carne de venado es igual de dura que la de caballo, pero las personas la consumen solo por comerla.
Para Nava, no obstante, su labor comienza en la educación de los pequeños, a quienes trata de inculcarles su amor por la naturaleza.

Chihuahua
Tenían cuatro hijos; hoy tienen 69
El Arquitecto Lorenzo Chávez y su esposa Olivia Márquez, paramédica, creían que lo tenían todo: una carrera exitosa, cuatro hijos sanos y honestos, un estilo de vida envidiable, amigos y servían en una parroquia católica de la ciudad de Chihuahua.
Pero su vida dio un vuelco de 180 grados cuando, el año pasado, les propusieron dirigir la asociación civil Casa Hogar Libres por Amor, que se encarga de rehabilitar a niños con adicciones y rebeldes o ingobernables.

De cuatro hijos exitosos y unidos, ahora tienen 65 rebeldes y con adicciones. De tener un trabajo que les garantizaba ingresos para no carecer de lo más mínimo, ahora tienen que ajustarse a un ingreso menor y siempre constante.

Pasaron de un estilo de vida de clase alta a otro muy por debajo de la anterior y hasta los amigos perdieron. Él como arquitecto construía naves industriales para las maquiladoras: ahora reconstruye vidas de niños que han desviado su comino por diversas causas.

Entrevistado en su oficina de la Casa Hogar, ubicada en el kilómetro 4 de la carretera Chihuahua-Aldama, el arquitecto o Tío, como lo llaman sus 65 hijos, no se arrepiente de su decisión y del radical cambio de vida. Está convencido que su familia hizo lo mejor, a pesar que dejaron un estatus opulento, por otro muy distinto, lleno de espiritualidad y filantropía.

Ambos definen su nuevo estilo de vida como un camino de apostolado, dar todo de sí, sin esperar nada a cambio, ya que nada hay que llevarse, salvo la satisfacción de haber ayudado a los niños, a sus hijos, a resolver sus problemas de adicciones o rebeldía.

Con esta experiencia y luego que cerca de una docena de niños han sido rehabilitados desde que ellos llegaron, que ahora viven nuevamente con sus familias libres de adiciones, el arquitecto Lorenzo Chávez considera que es fundamental la familia para que Chihuahua salga de los problemas de violencia y criminalidad en que está sumergido.

“Tengo amigos y les digo que si no platican con sus hijos, que si no les ponen atención, a final de cuentas van a caer conmigo en la Casa Hogar. Y tengo un amigo que ha hecho mucho dinero, pero me buscó recientemente para que le ayudara con su hija que sufría una adicción a las drogas. ¿Qué pasó, que no le puso atención? Por eso ahora les digo: los cuidan o los cuidamos nosotros.”

Y añade, “hoy en día tenemos que estar tan pendientes tanto hijos como padres y tomarnos de la mano y acordarnos de Dios, porque perdimos el rumbo. Les damos a nuestros hijos el ejemplo y ellos siguen eso, pero no lo hemos hecho y por eso las familias ahora necesitan restaurarse”, dice el filántropo, quien asegura que hay niños que por genética nacen propensos a las adicciones o a la rebeldía, pero si esos niños no tienen una familia que los fortalezca, surgen todos los problemas.

Guanajuato
Te verás con las Gómez
Salvo el padre de familia, todas son mujeres. Se trata de una familia que está unida en las buenas y en las malas, y que más que otra cosa pareciera un grupo de amigas. Las Gómez Revilla Rosas llegaron desde la Ciudad de México hace menos de una década, y hasta el acento leonés han obtenido.

A pesar de que Gonzalo, la cabeza de familia, permanece gran parte del tiempo en la capital mexicana por sus ocupaciones profesionales; sus tres hijas y su esposa han encontrado en León un espacio de esparcimiento, crecimiento y seguridad, aportando a la sociedad sus esfuerzos, habilidades y conocimientos.

Matilde Rosas, la jafa de la familia, es un ejemplo de humanidad. No solamente aporta a la familia con su trabajo en una oficina, sino que también forma parte de la Asociación Mujeres con Valor donde atienden a víctimas de violación, madres solteras, mujeres golpeadas por sus maridos y todo tipo de violencia intrafamiliar.

“Buscamos que las mujeres se sientan mejor, casi siempre son jóvenes y les hacemos ver que la vida sigue, y que son momentos de aprendizaje, para eso son las charlas que damos, consejos que a lo mejor en otro lado no dan”, indicó la ama de casa.
Matilde es la mayor de las tres hijas. Incluso se le conoce popularmente como Mati-Chica, por llevar el mismo nombre de la madre y hacer el juego de palabras equiparado a la compañera de Batman.

Ella apenas acaba de egresar de la Universidad La Salle y se tituló como licenciada en Mercadotecnia, de hecho es la directora de este ramo en una empresa que fabrica calzado.

“La idea es seguir adelante profesionalmente, porque me encanta mi carrera y soy feliz con la gente que me rodea, sobretodo mi familia”, indicó la joven.
Susana es la hija de en medio. Encanta con sus silencios y por sus altas calificaciones en la escuela. Susana es integrante de una organización que protege perros abandonados. Finalmente Jimena vive para sus estudios de bachillerato en el colegio Miraflores, pero es seleccionada estatal de volibol a sus 17 años de edad.

Guerrero
Ofrecen refugio a la tercera edad
Sin duda alguna, una de las personas que más ha ayudado a los acapulqueños y a los guerrerenses es una mujer que, asegura, fue adoptada por este puerto, tras haber nacido en Yucatán.

La señora Guadalupe Molina, esposa del empresario refresquero Enrique Molina Sobrino y madre de tres hijos, llegó a este destino turístico cuando tenía 18 años. Ella preside y trabaja para las asociaciones Hermanos del Anciano (grupo México y grupo Canadá), Adopte una Obra de Arte y Amigos del Fuerte de San Diego.

Su labor altruista se inicio hace 24 años, algunos de los miembros canadienses de la Federación Internacional Hermanos del Anciano vinieron a Acapulco y advirtieron el marcado contraste entre la vida turística y la rural, por lo que decidieron plantear en Francia, donde se ubica la sede del grupo, dicha situación y la posibilidad de hacer algo en Guerrero para ayudar a las personas de la tercera edad.

Una de las primeras acciones de la federación fue rentar una serie de casitas en las colonias populares, ahí alojaron a varios ancianos, pero casi diez años después no habían logrado que fueran autosuficientes. Por lo que Molina y su familia, con la ayuda de socios y amigos, decidieron integrar un patronato.

“Damos refugio a mucha gente que carece de todo —explica Guadalupe Molina—, varios de ellos fueron campesinos, personas sin prestación social alguna; sólo tienen lo que nosotros les damos... incluida la alegría”.

Michoacán
Se valen del deporte para ayudar
En todo el país hay familias que, sin importar las circunstancias en las que estén, dan todo por ayudar a los demás. En esta ciudad existen dos ejemplos: los Márquez Corona y Molina Villalobos.

Los primeros tienen a la Tía Lupe, madre de seis, y conocida por sus labores de caridad en favor de los más necesitados en su comunidad, sobre todo con las familias que no tienen qué comer, les consigue alimentos tocando de puerta en puerta.
La señora Lupe aseguró quela ayuda que ofrece es una acción que lo trae de familia. “Nuestros antepasados hacían estas obras también, por eso digo que nos viene de sangre.”

A la familia Molina Villalobos la muerte de su hija mayor, en un intento de secuestro, la hizo valorar la importancia de estar juntos.
Tras la muerte de Alma Rosa, su familia apoya distintas causas a través del deporte; organiza carreras atléticas para recaudar fondos y donarlos a instituciones. La más reciente obra filantrópica fue en favor de pequeños que padecen cáncer.

Baja California
“El altruismo beneficia a todos”
“Apoyo y participo en organizaciones de la sociedad civil porque creo en sus objetivos y porque, además de aleccionador, se requieren esfuerzos en favor de las causas nobles. De no hacerlo, no podemos exigirles a otros que lo hagan”, expresa el empresario Gastón Luken Garza.

Nacido en Monterrey, pero residente de esta ciudad, considera que lo más importante de la sociedad es la familia, “es su epicentro (...)”
Es activista e impulsor de organizaciones sociales de la frontera noreste de México, en el área binacional de Baja California con California, entre las que se encuentran las de corte ambientalista, educativas, académicas, de asistencia social y altruistas, como es el caso de la Cruz Roja de Tijuana.

También ha buscado estrechar lazos de la sociedad con el quehacer gubernamental por
medio de Transparencia Mexicana.
“Me gusta lo que hago, porque estoy convencido que se necesita la participación de personas en estas causas, porque mi país, o en este caso mi ciudad, lo requiere.”

De esa manera, Luken Garza comentó que el activismo altruista es una oportunidad “de regresar lo que se ha recibido”.
“Todos ganamos en estas actividades: los que promueven o apoyan y los que reciben o ven mejorada su condición. Participar ayuda a dar sentido a la vida, principalmente a la propia”.

Colima
Ellos dan oportunidad de vida
María Luisa, Daniel y Danielito son los tres integrantes de esta familia reconocida en la capital del estado por su trabajo y aportación a la sociedad.
Debido al padecimiento de su hijo de nueve años, María Luisa González André y su esposo, Daniel, emprendieron un proyecto que ha cambiado de manera radical la forma de tratar a los niños y niñas con discapacidad mental.

Fue así como nació, hace cuatro años, ALBATROS, Centro de Desarrollo Integral IAP.
En ALBATROS hay espacio para pequeños con parálisis cerebral, autismo, microcefalia y síndromes, no importando si sus familias tienen recursos o no. “Poder trabajar realmente con estos niños, y poder sacarlos adelante, es una tarea bien pesada.
“Lo que hicimos fue buscar en el mundo qué funciona mejor para este tipo de problemas, básicamente es un método propio que se forma de un proceso que se llama PETO, que es de Hungría, un método de estimulación de Estados Unidos, la natación, así como diversos programas, porque aquí no trabajamos sobre el síntoma, como se hace en México, se trabaja sobre lo que es la lesión y, entonces, por eso abordamos todo lo que se llama lesión cerebral”, explican los papás de Danielito.

En ALBATROS laboran 23 terapeutas que atienden actualmente a 68 alumnos de todas las edades. Los métodos aplicados son innovadores, tanto así que reciben pacientes de otras regiones del país.

Puebla
Los impulsan a ir a la escuela
Julián Ventosa Tanús tiene 38 años. Es empresario del sector inmobiliario. Está casado con Isabel y tiene dos hijos.

Desde hace cinco años es presidente del Colegio Mano Amiga, una organización dedicada a ayudar a los niños para que continúen sus estudios.
Hace cinco años, Julián tuvo una plática informal con su amigo Fernando Ariza, quien le habló de Fundación Altius y de su director, René Lankenau. Así supo de los Colegios Mano Amiga, de su presencia en nueve países y en casi todos los estados del país.

La invitación lo convirtió en presidente del Patronado de Mano Amiga en Puebla; en ese entonces, ayudaba a 90 menores de escasos recursos. En la actualidad suman 500, por lo que construyó una escuela en la ex fábrica de Cartuchos, un inmueble localizado en la zona norte de la periferia de la ciudad.

“Hemos ayudado a muchos niños, pero en la memoria siempre traigo presente a una niña con malformación congénita en una pierna. La ayudamos. La niña camina bien, terminó la primaria y sigue sus estudios.”

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