lunes, 7 de marzo de 2011

Un experto en temas de la humanidad.

El crítico como experto de humanidad
Eduardo Blandón


Con ocasión de un discurso de Tzvetan Todorov en Turín, alumno de Rolad Barthes y ahora director del Centre de Recherche sur les Arts et le Language de París, la revista italiana "La Civiltà Cattolica" presentó el año pasado una reflexión del jesuita Antonio Spadaro, que me parece valiosa y digna de consideración para los lectores cuyo interés versa en la crítica literaria. A continuación algunas ideas extraídas de la revista.

Todorov en el discurso en ocasión del premio "Bonura" afirma algo de extrema importancia por su simplicidad: "Siendo objeto de la literatura la misma condición humana, quien la lee y la comprende no se convertirá en un experto de análisis literario, sino en un conocedor del ser humano". Para el pensador franco búlgaro, la crítica más que un ejercicio técnico y especializado tiene que ver con la sabiduría del ser humano.

En este sentido, el intelectual se desvincula de una aproximación de orden demasiado "especialista" (formal, sociológico, lingüístico...) para apuntar al corazón de la cuestión: el crítico literario militante está llamado a ser experto de humanidad.

La reflexión académica de la literatura hoy se desarrolla siempre más en términos de métodos de análisis e instrumentos: "Leer poemas y novelas no lleva a reflexionar sobre la condición humana, el individuo, la sociedad, sino sobre nociones críticas, tradicionales o modernas. En la escuela no se aprende qué cosa dicen las obras sino qué cosa dicen los críticos". Se concentran sobre la disciplina y sus instrumentos y se olvida su objeto; se presta atención a los medios y se olvida el fin. Se valoran los andamios y se pierde de vida el edificio que esas estructuran deben ayudar a construir.

El gran crítico italiano Giacomo Debenedetti, cita Spadaro, puso en guardia contra el predominio de la crítica limitada que sabe simplemente concentrarse en los personajes "con instrumentos de superlativa ingeniería, lujo de paneles, manómetros, lámparas multicolores que durante su empleo permiten con escrúpulo el control".

En el Salón del libro de Turín, Todorov, quiso poner la atención del público sobre este riesgo, notando cómo ello se refleja inmediatamente en el rol y significado de la crítica. La cuestión de fondo no es del todo secundaria y se puede resumir así: ¿Es la literatura una forma de conocimiento del mundo con la que el lector puede confrontarse? ¿O en sí mismo, en sus leyes y normas internas se encuentra desligado de referencias a la vida real y a la utilidad?

Dejo aquí este dilema al que el filósofo del lenguaje quiere responder para que el lector lo considere y espere la próxima entrega en la que se continuará con la proposición del intelectual.

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