La foto muestra a una chica que, despreocupada, sube levemente su falda en una cancha de tenis y deja ver esa parte del cuerpo en que la espalda pierde su nombre. Fue tomada en 1976 y la protagonista es una señora que hoy tiene 52 años. Ella habla de la escena con la misma soltura que aparecía en aquella instantánea tomada por quien entonces era su novio, el fotógrafo Martin Elliot.
"Cada vez que la veo me sonrío. La veo en lugares muy extraños", dice Walker sobre la escena, tomada en una cancha de tenis en la Universidad de Birmingham. La foto reaparecerá en mayo en la exposición “Arte en la cancha de Tenis”, en el Instituto Barber de Fine Arts de esa ciudad.
También cuenta la extraña respuesta que cosechan sus tres hijos cuando revelan a sus conocidos que su madre es la protagonistas de aquella foto famosa, que fue tomada como símbolo de la liberación sexual. “La mayoría no les cree”, comenta divertida, en declaraciones que recoge el sitio BBC Mundo.
Elliot, autor de la fotografía, murió en marzo de 2010 a los 63 años, víctima de un cáncer. Walker remarcó que la foto “tiene un lugar en la historia del tenis”, y agregó: “Creo que Martin Elliott estaría muy orgulloso de que su foto esté en la exposición”.
Pero eso sí, una de sus declaraciones revela que más allá del cariño con que recuerda la historia no le hubiera disgustado tener un rédito mayor. “Yo era muy ingenua. No me pagaron nada, y creo que es el póster más vendido de la historia”, lamentó.
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