Esperamos que pase la tormenta”
La comunidad islámica de Reino Unido teme una venganza de grupos radicales y xenófobos Detenidas dos personas por atacar mezquitas
Kamal ha decidido este jueves acompañar a su mujer y sus cuatro hijos
en el camino al colegio. Normalmente van solos, pero “después de lo que
pasó en Woolwich”, dice, tiene “miedo a que un loco de la misma calaña
decida tomarla con los musulmanes”. Este musulmán de 36 años regenta una
tienda de productos halal en Bethnal Green, al este de la ciudad, y
dice que seguirá escoltando a su familia “hasta que pase la tormenta”.
En Reino Unido la población de esta religión supone entre un 4% y un 5%, o sea, unos 2,6 millones de personas, según los datos que maneja la Asociación de Musulmanes de Gran Bretaña (MAB, por sus siglas en inglés). El recuerdo de la ola de racismo que sufrió el país tras los atentados de julio de 2005 está aún fresco en la memoria de esta comunidad, y Kamal no ha sido el único que se despertó con miedo en el cuerpo.
La prensa británica contaba hoy de casos de padres que habían preferido no llevar al colegio a sus hijos, y la MAB distribuyó una guía de “precauciones a seguir” a las más de 2.000 mezquitas del país. La lista incluye consejos para evitar agresiones racistas y para identificar a radicales dentro de su propia comunidad: “Prepara un plan, mide los riesgos y asesórate con las autoridades policiales, instala alarmas y cámaras de seguridad; denuncia ante la policía comportamientos o bultos sospechosos, así como cualquier amenaza explícita a ti o a tu congregación, evita suspicacias en el vecindario y se transparente estableciendo un día de puertas abiertas para que los vecinos no musulmanes puedan entrar a conocer el templo”.
El texto del MAB no habla de supuestos, sino de cosas que han pasado y que “se han multiplicado en las últimas horas”. Omer El Hamadoon es el presidente de esa asociación y cuenta que desde este jueves el correo se le ha llenado de correos de amenaza y apoyo. Estos son algunos: “La mayoría os odiamos y nos gustaría ver vuestras mezquitas en llamas”, reza una de las frases menos violentas del texto.
Otro email dice: “Sentía que tenía que contactaros en el día de hoy. Soy un hombre blanco y cristiano y, mientras escucho lo que ha pasado en Woolwich creo que no hay excusa para ese crimen y que el islam no representa nada de eso. Cualquier persona inteligente sabe que las religiones buscan la paz frente a la violencia”.
“Toda la comunidad musulmana está horrorizada con los hechos. Fue un ataque horrendo y es una desgracia que suceda algo así, alguien matando en nombre del islam”, comentó El Hamadoon. “Algunas personas ya han atacado mezquitas como consecuencia”, lamenta.
La policía de Essex detuvo a un hombre de 43 años que entró en una mezquita con un cuchillo y un “artilugio incendiario”. Otro hombre fue arrestado en Kent por “ataques racistas a un templo islámico”.
Skiander Saleemy, el secretario de la mezquita atacada en Essex, dijo que su comunidad “condena categóricamente” lo sucedido en Woolvwich y siente que lo ocurrido en su templo fue “una venganza de algo que no tiene que ver con nosotros”.
Consciente del peligro de un auge de la islamofobia, David Cameron centró esta mañana su discurso frente al 10 de Downing Street en la defensa de la comunidad musulmana . “Lo sucedido ayer es una traición al Islam”.
De nuevo en Bethnal Green, Farook Miah Aziz, vendedor de hiyabs y vestidos de mujer nos cuenta que lo que de verdad le duele es la generalización que hacen “los medios y el Gobierno”. “El uso que hacen del término islam es siempre confuso porque los que dan las noticias globales desconocen el islam y da la impresión de que todo islamista es extremista. La mayoría somos gente pacífica que, además, saldremos perdiendo con esto. Lo único que ha conseguido el chico de ayer es crear más odio”.
En Reino Unido la población de esta religión supone entre un 4% y un 5%, o sea, unos 2,6 millones de personas, según los datos que maneja la Asociación de Musulmanes de Gran Bretaña (MAB, por sus siglas en inglés). El recuerdo de la ola de racismo que sufrió el país tras los atentados de julio de 2005 está aún fresco en la memoria de esta comunidad, y Kamal no ha sido el único que se despertó con miedo en el cuerpo.
La prensa británica contaba hoy de casos de padres que habían preferido no llevar al colegio a sus hijos, y la MAB distribuyó una guía de “precauciones a seguir” a las más de 2.000 mezquitas del país. La lista incluye consejos para evitar agresiones racistas y para identificar a radicales dentro de su propia comunidad: “Prepara un plan, mide los riesgos y asesórate con las autoridades policiales, instala alarmas y cámaras de seguridad; denuncia ante la policía comportamientos o bultos sospechosos, así como cualquier amenaza explícita a ti o a tu congregación, evita suspicacias en el vecindario y se transparente estableciendo un día de puertas abiertas para que los vecinos no musulmanes puedan entrar a conocer el templo”.
El texto del MAB no habla de supuestos, sino de cosas que han pasado y que “se han multiplicado en las últimas horas”. Omer El Hamadoon es el presidente de esa asociación y cuenta que desde este jueves el correo se le ha llenado de correos de amenaza y apoyo. Estos son algunos: “La mayoría os odiamos y nos gustaría ver vuestras mezquitas en llamas”, reza una de las frases menos violentas del texto.
Otro email dice: “Sentía que tenía que contactaros en el día de hoy. Soy un hombre blanco y cristiano y, mientras escucho lo que ha pasado en Woolwich creo que no hay excusa para ese crimen y que el islam no representa nada de eso. Cualquier persona inteligente sabe que las religiones buscan la paz frente a la violencia”.
“Toda la comunidad musulmana está horrorizada con los hechos. Fue un ataque horrendo y es una desgracia que suceda algo así, alguien matando en nombre del islam”, comentó El Hamadoon. “Algunas personas ya han atacado mezquitas como consecuencia”, lamenta.
La policía de Essex detuvo a un hombre de 43 años que entró en una mezquita con un cuchillo y un “artilugio incendiario”. Otro hombre fue arrestado en Kent por “ataques racistas a un templo islámico”.
Skiander Saleemy, el secretario de la mezquita atacada en Essex, dijo que su comunidad “condena categóricamente” lo sucedido en Woolvwich y siente que lo ocurrido en su templo fue “una venganza de algo que no tiene que ver con nosotros”.
Consciente del peligro de un auge de la islamofobia, David Cameron centró esta mañana su discurso frente al 10 de Downing Street en la defensa de la comunidad musulmana . “Lo sucedido ayer es una traición al Islam”.
De nuevo en Bethnal Green, Farook Miah Aziz, vendedor de hiyabs y vestidos de mujer nos cuenta que lo que de verdad le duele es la generalización que hacen “los medios y el Gobierno”. “El uso que hacen del término islam es siempre confuso porque los que dan las noticias globales desconocen el islam y da la impresión de que todo islamista es extremista. La mayoría somos gente pacífica que, además, saldremos perdiendo con esto. Lo único que ha conseguido el chico de ayer es crear más odio”.
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