De exorcistas y demonios
El Arzobispado de Madrid "estudia" formar a sacerdotes para aplicar rituales que ahuyenten a Satanás
Quienes se esfuerzan por anclar a la Iglesia católica en la realidad
de nuestro tiempo y tratan de dar testimonio del evangelio a través de
actividades en organizaciones humanitarias como Cáritas, Médicus Mundi,
Arrels o tantas otras, han tenido estos días un nuevo motivo de
disgusto. De repente, la Iglesia a la que pertenecen, o mejor dicho, su
cúpula, tiene tiempo —en una situación de crisis económica que está
dejando a muchos en la cuneta y que sume en la angustia a los jóvenes en
paro o a los inmigrantes sin techo— para ocuparse de las andanzas del
diablo.
El Maligno acecha y el arzobispado de Madrid ha decidido formar a ocho exorcistas para combatir su presencia en cada una de las ocho vicarías de la capital, según divulgó el jueves la agencia Europa Press. La noticia corrió rápida por las redes y medios digitales y al ser preguntado al respecto el arzobispado, un portavoz respondió que “está en estudio”.
¿Para qué necesitan exorcistas estas vicarías? Según el portal Religión en Libertad, creado en 2008 como canal de expresión del pensamiento ultracatólico, la constitución de esta patrulla de vigilantes del alma obedece a la creciente demanda de feligreses que son víctimas de influencias maléficas, como magia negra, amarres o mal de ojo, y de incursiones más graves de Satanás, como “infestaciones” y “posesiones diabólicas”.
Los ocho exorcistas, cuya formación ya cuenta, según el citado portal, con el visto bueno del cardenal Rouco Varela, dependerán de uno de los obispos auxiliares de Madrid y podrán actuar en otras diócesis si son requeridos para ello.
Para realizar tan delicado cometido disponen de un manual, De exorcismis et supplicationibus quibusdam, aprobado por el papa Juan Pablo II en 1998. Pero este texto fue considerado en su momento por los ortodoxos en la materia como demasiado blando, de manera que el propio manual permite utilizar rituales anteriores, aunque en ese caso se requiere una autorización expresa de la jerarquía. Puestos a retroceder por el túnel del tiempo, los nuevos exorcistas de Madrid también pueden recurrir al Rituale Romanum de 1614 y sus muy socorridos métodos para espantar a los demonios.
El Maligno acecha y el arzobispado de Madrid ha decidido formar a ocho exorcistas para combatir su presencia en cada una de las ocho vicarías de la capital, según divulgó el jueves la agencia Europa Press. La noticia corrió rápida por las redes y medios digitales y al ser preguntado al respecto el arzobispado, un portavoz respondió que “está en estudio”.
¿Para qué necesitan exorcistas estas vicarías? Según el portal Religión en Libertad, creado en 2008 como canal de expresión del pensamiento ultracatólico, la constitución de esta patrulla de vigilantes del alma obedece a la creciente demanda de feligreses que son víctimas de influencias maléficas, como magia negra, amarres o mal de ojo, y de incursiones más graves de Satanás, como “infestaciones” y “posesiones diabólicas”.
Los ocho exorcistas, cuya formación ya cuenta, según el citado portal, con el visto bueno del cardenal Rouco Varela, dependerán de uno de los obispos auxiliares de Madrid y podrán actuar en otras diócesis si son requeridos para ello.
Para realizar tan delicado cometido disponen de un manual, De exorcismis et supplicationibus quibusdam, aprobado por el papa Juan Pablo II en 1998. Pero este texto fue considerado en su momento por los ortodoxos en la materia como demasiado blando, de manera que el propio manual permite utilizar rituales anteriores, aunque en ese caso se requiere una autorización expresa de la jerarquía. Puestos a retroceder por el túnel del tiempo, los nuevos exorcistas de Madrid también pueden recurrir al Rituale Romanum de 1614 y sus muy socorridos métodos para espantar a los demonios.
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