Neymar dirá “Barça”
El delantero brasileño de 21 años, que firmará por cinco temporadas, tiene un acuerdo con el club azulgrana, que abonará unos 50 millones de euros por el jugador del Santos
Ramon Besa
Barcelona
25 MAY 2013 - 20:31 CET10
Aunque Neymar da Silva Santos Junior se recogió en su casa para
“decidir con la familia” entre el Barcelona o el Madrid, el futbolista
internacional brasileño anunciará en “cinco minutos, media hora o tres
días” que ha elegido jugar en el Barça a partir del próximo 30 de junio.
El acuerdo se cerró hace más de un año y fue rubricado el viernes por
el director de fútbol barcelonista Raúl Sanllehí y los directivos del
Santos en Villa Belmiro. Los emisarios del Madrid han admitido que ni
mejorando las condiciones económicas, superiores a las del Barcelona,
pueden retrasar por más tiempo el fichaje del jugador por el Barça.
Después de asumir la necesidad de traspasar al futbolista, cuyo contrato acaba en 2014, el Santos informó que sería el propio Neymar quien tomaría partido por una de las dos ofertas “recibidas y aceptadas”. “Me siento muy orgulloso”, respondió el delantero paulista sin desvelar su futuro. “Es uno de los momentos más felices de mi vida”. Neymar no expresó dudas sobre sus preferencias desde la disputa del Mundial de Clubes de 2011. Ha reiterado que le gustaría jugar en el Barça y se supone que no ha cambiado de opinión. Los pagos ya realizados y los acuerdos económicos establecidos avalan al club barcelonista ante el Real Madrid.
Las negociaciones empezaron precisamente después que el Barcelona derrotara al Santos por 4-0 en el Mundial de Clubes. El club azulgrana abonó al padre del futbolista 10 millones de euros a cuenta de la prima de traspaso, como figura en su última auditoría, y ha aumentado progresivamente su oferta al Santos, hasta llegar a los 28 millones de euros, más dos amistosos, de acuerdo con las cifras publicadas por la prensa de Brasil.
Informaciones muy próximas a las partes implicadas cifran la operación en unos 50 millones de euros, el precio que en 2012 se habría acordado ya de forma unilateral con el jugador. Neymar tenía dos opciones: esperar a que concluyera su contrato en 2014 para cobrar él mismo los 40 millones de euros que completaban la prima de traspaso, o adelantar su salida de Brasil al próximo 30 de junio, circunstancia que le obligaba a repartir el montante con el Santos. Al club brasileño, obviamente, le interesaba negociar antes de que el jugador quedara libre —su cláusula de rescisión asciende a 65 millones de euros—. El acuerdo con el Barça le garantiza unos 24 millones mientras que Neymar ingresaría otros 16. Puesto que el jugador es propiedad del Santos (55%), del grupo DIS (40%) y de la empresa Teisa (5%), se supone que ahora será el propio club el que rinda cuentas a los dos socios.
Neymar, de 21 años, firmará un contrato por cinco temporadas y percibirá alrededor de unos siete millones de euros de ficha. El jugador, que es la imagen de hasta 12 marcas corporativas, genera un movimiento de 22,5 millones de euros anuales. Era dueño del 90% de sus derechos de imagen en el Santos. El Barcelona no ha hecho oficiales las condiciones del contrato, pero fuentes próximas al Madrid aseguran que el club catalán permitirá al jugador disfrutar de sus derechos de imagen.
La operación ha sido dirigida y culminada por el propio presidente del Barcelona, Sandro Rosell, buen conocedor del mercado futbolístico, especialmente de Brasil. La figura de Rosell ya fue decisiva hace 10 años, cuando en 2003 y en calidad de vicepresidente deportivo de la junta de Joan Laporta contrató a Ronaldinho. La presión de clubes como el Madrid ha obligado al presidente azulgrana a estar permanentemente al tanto de la situación de Neymar.
El anuncio del fichaje queda en manos del propio Neymar, que este domingo juega contra el Flamengo, en la primera jornada del campeonato brasileño, antes de incorporarse a la Copa Confederaciones, que comienza el próximo 15 junio. “Me voy a ir a España para jugar al fútbol y ser feliz”, ha afirmado. No ha habido respuesta oficial en el Barça, que oficiosamente da por concluido el fichaje. Tanto Tito Vilanova como Jordi Roura han venido elogiando al jugador; el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu ha insistido en que su incorporación era una petición de los técnicos; y los futbolistas no han parado de elogiarlo, y muy especialmente Messi. Johan Cruyff, por el contrario, se ha preguntado si caben “dos jefes en un mismo barco”.
Neymar se presenta como el faro de la remodelación que necesita el Barça para recobrar su competitividad en Europa después de recuperar la Liga.
Después de asumir la necesidad de traspasar al futbolista, cuyo contrato acaba en 2014, el Santos informó que sería el propio Neymar quien tomaría partido por una de las dos ofertas “recibidas y aceptadas”. “Me siento muy orgulloso”, respondió el delantero paulista sin desvelar su futuro. “Es uno de los momentos más felices de mi vida”. Neymar no expresó dudas sobre sus preferencias desde la disputa del Mundial de Clubes de 2011. Ha reiterado que le gustaría jugar en el Barça y se supone que no ha cambiado de opinión. Los pagos ya realizados y los acuerdos económicos establecidos avalan al club barcelonista ante el Real Madrid.
Las negociaciones empezaron precisamente después que el Barcelona derrotara al Santos por 4-0 en el Mundial de Clubes. El club azulgrana abonó al padre del futbolista 10 millones de euros a cuenta de la prima de traspaso, como figura en su última auditoría, y ha aumentado progresivamente su oferta al Santos, hasta llegar a los 28 millones de euros, más dos amistosos, de acuerdo con las cifras publicadas por la prensa de Brasil.
Informaciones muy próximas a las partes implicadas cifran la operación en unos 50 millones de euros, el precio que en 2012 se habría acordado ya de forma unilateral con el jugador. Neymar tenía dos opciones: esperar a que concluyera su contrato en 2014 para cobrar él mismo los 40 millones de euros que completaban la prima de traspaso, o adelantar su salida de Brasil al próximo 30 de junio, circunstancia que le obligaba a repartir el montante con el Santos. Al club brasileño, obviamente, le interesaba negociar antes de que el jugador quedara libre —su cláusula de rescisión asciende a 65 millones de euros—. El acuerdo con el Barça le garantiza unos 24 millones mientras que Neymar ingresaría otros 16. Puesto que el jugador es propiedad del Santos (55%), del grupo DIS (40%) y de la empresa Teisa (5%), se supone que ahora será el propio club el que rinda cuentas a los dos socios.
Neymar, de 21 años, firmará un contrato por cinco temporadas y percibirá alrededor de unos siete millones de euros de ficha. El jugador, que es la imagen de hasta 12 marcas corporativas, genera un movimiento de 22,5 millones de euros anuales. Era dueño del 90% de sus derechos de imagen en el Santos. El Barcelona no ha hecho oficiales las condiciones del contrato, pero fuentes próximas al Madrid aseguran que el club catalán permitirá al jugador disfrutar de sus derechos de imagen.
La operación ha sido dirigida y culminada por el propio presidente del Barcelona, Sandro Rosell, buen conocedor del mercado futbolístico, especialmente de Brasil. La figura de Rosell ya fue decisiva hace 10 años, cuando en 2003 y en calidad de vicepresidente deportivo de la junta de Joan Laporta contrató a Ronaldinho. La presión de clubes como el Madrid ha obligado al presidente azulgrana a estar permanentemente al tanto de la situación de Neymar.
El anuncio del fichaje queda en manos del propio Neymar, que este domingo juega contra el Flamengo, en la primera jornada del campeonato brasileño, antes de incorporarse a la Copa Confederaciones, que comienza el próximo 15 junio. “Me voy a ir a España para jugar al fútbol y ser feliz”, ha afirmado. No ha habido respuesta oficial en el Barça, que oficiosamente da por concluido el fichaje. Tanto Tito Vilanova como Jordi Roura han venido elogiando al jugador; el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu ha insistido en que su incorporación era una petición de los técnicos; y los futbolistas no han parado de elogiarlo, y muy especialmente Messi. Johan Cruyff, por el contrario, se ha preguntado si caben “dos jefes en un mismo barco”.
Neymar se presenta como el faro de la remodelación que necesita el Barça para recobrar su competitividad en Europa después de recuperar la Liga.
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