lunes, 13 de mayo de 2013

Rajoy contento con la Ley Laboral.

Rajoy: “Estamos muy satisfechos de cómo ha funcionado la reforma laboral”

Rajoy: “El credito para pymes y el paro juvenil son urgencias nacionales”

Rajoy y Passos Coelho unen sus voces en favor de la unión bancaria

El primer ministro portugués y el presidente del Gobierno español han exhibido esta mañana una total sintonía en las iniciativas que consideran necesarias para atajar la crisis, y han coincidido en que para salir de la situación actual es importante trabajar unidos. "Necesitamos una respuesta europea más intensa; es esencial la labor del Consejo y el compromiso a través de la unión bancaria y la unión económica”, ha afirmado el mandatario luso.
El primer ministro portugués ha ensalzado las reformas que ha puesto en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy, y ha justificado que éstas aún no hayan dado su frutos: "A veces los resultados tardan; en Portugal y España estamos cumpliendo con nuestros compromisos". En este sentido, el presidente español ha afirmado que el Ejecutivo está muy satisfecho por "cómo ha funcionado la reforma laboral". Y ha añadido: "Cuando se gobierna hay que tomar decisiones". Tras asegurar que "el crédito a las pymes y el desempleo juvenil son emergencias nacionales", Rajoy ha subrayado que sabe lo que hace y que sus medidas "tienen un sentido".

El presidente confirma la división interna sobre la ley del aborto

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confirmado que existe división en el seno del Ejecutivo sobre la futura ley del aborto anunciada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. La nueva norma, que sustituirá la actual ley de plazos por otra de supuestos que excluye el de malformación, no figura en la agenda inmediata de reformas del PP.
La semana pasada, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya matizó a Gallardón y, sin llegar a desautorizarlo, afirmó que la intención del Ejecutivo es volver a la modelo de 1985 y eliminar la posibilidad de que las menores aborten sin el consentimiento de los padres. En cualquier caso, dejó el tema abierto y aseguró que el Gobierno estaba estudiando la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.
Mariano Rajoy y  Pedro Passos Coelho han presidido esta mañana en Madrid la XXVI cumbre bilateral, que ha servido para que ambos realicen una llamada conjunta a las instituciones europeas y al resto de socios comunitarios para no demorar reformas como la unión bancaria. Una exigencia que se suma a la petición de impulsar medidas en el ámbito europeo para volcarse en la lucha contra el desempleo y, especialmente, el que afecta a los jóvenes.
El palacio de la Moncloa ha albergado la XXVI cumbre bilateral, la segunda que presiden Rajoy y Passos Coelho y en la que han estado acompañados por un total de quince ministros de ambos Gobiernos. La cita ha servido para analizar las reformas que ante la crisis siguen poniendo en marcha en sus países y para repasar las que están en curso en la Unión Europea y que ambos consideran que son un complemento imprescindible a las de los socios comunitarios para allanar ese camino.
En ese sentido, los dos jefes de Gobierno reclaman a la UE que se cumplan los acuerdos que se adoptan en los Consejos Europeos y hacen especial hincapié en todo lo relacionado con las decisiones económicas. Se ha puesto el acento en demandar la agilización de la unión bancaria, para lo que se considera un momento clave la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Bruselas en junio. En este aspecto ha abundado el presidente español que ha afirmado que es un paso fundamental para la evolución europea.
De esta forma, se apuntala el frente común del que forman parte también Francia e Italia para instar a las instituciones comunitarias a hacer realidad sus acuerdos y a impulsar políticas de crecimiento. Rajoy ha explicado a Passos Coelho las medidas y previsiones incluidas en el Plan Nacional de Reformas y el Programa de Estabilidad enviados por su Gobierno a Bruselas.
Por su parte, el primer ministro portugués ha expuesto sus planes económicos, que, tras el rechazo por parte del Tribunal Constitucional luso a algunas de sus medidas, ha avanzado otras como prescindir de 30.000 funcionarios, recortar el sistema de pensiones, retrasar un año la jubilación y ampliar la jornada laboral en la administración.

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