martes, 22 de febrero de 2011

Jennifer Aniston: me siento bien a los 42 años.

En el mundo de Hollywood, salvo algunas excepciones, envejecer es un delito y la juventud eterna se mantiene a fuerza de operaciones y maquillaje. Jennifer Aniston sin embargo lleva bien sus 42 años, recién cumplidos (el 11 de febrero). "Me siento mejor que nunca, mejor que cuando tenía 20", asegura sentada en una sala del hotel Villa Magna de Madrid, junto a Adam Sandler. Tanto que la idea de recurrir a la cirugía, como muchas de sus colegas, no le atrae en absoluto. Eso sí, tampoco tiene nada en contra: "Mientras haga feliz a quien se opera...".

Los dos actores se encuentran en España para presentar su última película, Sígueme el rollo, una comedia ambientada en las Hawai donde Sandler es un cirujano y Aniston su colaboradora, algo descuidada al menos al principio. Aunque a lo largo del filme, Aniston empieza a lucir vestidos y un biquini que demuestran que nada tiene que envidiar a la otra actriz de la película, la joven modelo Brooklyn Decker.

Pero de cerca la belleza de Aniston pierde algo. Debió de haber un buen trabajo entre bastidores. Quizás sea solo un matiz, el que hace que pase de ser una maravillosa mujer de 42 años a una mujer bella de la misma edad. Aunque con un nuevo corte de pelo, más corto respecto al habitual.

Aniston, vestida con una camiseta negra sin mangas y un pantalón también negro, hace hincapié varias veces en que está encantada con este momento de su carrera. "Estoy muy contenta. Espero seguir así hasta que sea una mujer muy muy muy vieja", asegura en una rueda de prensa sucesiva a las entrevistas individuales. La única concesión que hace a la nostalgia de la juventud es cuando corrige una pregunta del periodista, aunque entre sonrisas: "Digamos que tengo más de 30 años, suena mejor".

Perfectamente cómoda ante las cámaras y las numerosas (por usar un eufemismo) interrupciones de Sandler, la actriz niega ser la reina de la comedia "aunque si pudiera llevar una corona me gustaría llevar esa. Me encanta la comedia y me encantan las historias de amor". También le gustaría llevar la corona de Colin Firth, cuyo papel en El discurso del rey es el que más le hubiese gustado interpretar, entre los de las películas candidatas a los Óscar.

Ni Sandler, ni Aniston se juegan nada en la gala del próximo 27 de febrero. Tampoco tienen favoritos: "Todas son buenas películas". Pero Sandler si pudiera ampliaría la categoría de mejor actor y le haría especio a un

amigo. "¡Santiago Segura! ¡Santiago Segura!", grita Sandler, que coincide con el actor español en el rodaje de 'Jack and Jill', su próxima película. Mientras, esta noche comerán juntos, también con Aniston. "Voy a hacer que Jennifer se siente al lado de Santiago", se ríe Sandler. "¿Por qué?", pregunta ella, inocente. Sandler suelta una carcajada:"Ya lo verás, cuando come es muy ruidoso".

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