Amanda Knox: “Nunca pensé que sería sospechosa”
Tras ser condenada por asesinato en Italia y pasar cuatro años en prisión, la joven escribe un libro sobre la experiencia
Carolina García
Washington
26 ABR 2013 - 19:10 CET
Tras ser condenada por asesinato en un país extranjero, la joven de
Seattle Amanda Knox está de vuelta en casa y preparada para hablar de
sus cuatro años en prisión en Italia. Su nuevo libro, Esperando ser escuchada (Waiting to be heard), publicado por la editorial HarperCollins y por el que la han pagado un adelanto de cuatro millones de dólares, saldrá a la venta el 30 de abril, aunque en una entrevista concedida a la revista People
ha revelado algunos detalles de la novela, incluyendo que contempló el
suicidio cuando estuvo en prisión. “Hasta ahora no había querido
contribuir al debate público sobre lo que me pasó. Ahora, que soy libre
por fin, es el momento para responder todas las preguntas. Este libro
trata de contestarlas”, explica Knox.
Knox llegó a Perugia, capital de la península de Umbría, en 2007 para estudiar. Allí compartía casa con otras tres mujeres. El 1 de noviembre una de ellas, Meredith Kercher, de 21 años, fue asesinada en el domicilio. Cinco días después, Knox y su novio, Raffaele Sollecito, fueron arrestados. “Recuerdo que aquella noche habíamos estado fumando marihuana y estuvimos viendo la película Amélie. Cuando Meredith fue asesinada y me detuvieron fue muy chocante. Me quedé paralizada. Todo se derrumbó. Nunca pensé que sería sospechosa”, relata Knox a la popular revista.
En 2009, ambos fueron condenados por homicidio y agresión sexual. La justicia italiana consideró entonces que Knox y su pareja habían simulado un robo para encubrir que ellos eran los asesinos de Kercher. Ambos apelaron y, finalmente, en octubre de 2011, una corte de apelaciones los declaró inocentes.
“Sentí mucha angustia en la cárcel y fue muy duro que los demás creyeran que era una zorra insensible. He pasado por muchos momentos de angustia que no se han visto, a pesar de que mi privacidad ha sido totalmente invadida”, continúa la joven. “Los medios de comunicación fueron muy duros conmigo, primero cuando criticaron que no mostraba emociones y luego, por tener demasiadas”, continúa.
Además, la joven explica que durante sus cuatro años en prisión sufrió “acoso sexual” y una fuerte depresión que la llevó a considerar poner fin a su vida: “Pensaba en cortarme las venas en la ducha, ya que las mamparas se empañarían y los guardias no se darían cuenta. Moriría desangrada. Pero un sacerdote de la prisión, Don Saulo, me salvó la vida con sus charlas sobre política y religión. Incluso, me dejaba tocar la guitarra”. En la entrevista, Knox habla por primera vez de los padres de Meredith: “Nunca me he acercado a ellos por razones legales. Pero a mi parecer, creo que es su padre el que realmente piensa que soy la asesina de su hija y es muy doloroso. Espero que ambos lean el libro”.
El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo italiano volvió a poner el caso del revés al anular la sentencia absolutoria y ordenar que se repita el proceso. La joven, que volvió a Estados Unidos hace un año, y en la actualidad estudia en la Universidad de Washington, confesó estar muy decepcionada con esta decisión, y que siente “todavía la impotencia, la desesperación y el miedo”.
The New York Times, que ha tenido acceso al libro antes de su publicación asegura que en él se retrata a una chica “impetuosa, ingenua, un poco peculiar y que le gustaba el fútbol y los Beatles y que, de repente, se vio atrapada en una pesadilla”. El día de la publicación será entrevistada por la leyenda televisiva estadounidense Diane Sawyer, en la cadena ABC.
Knox llegó a Perugia, capital de la península de Umbría, en 2007 para estudiar. Allí compartía casa con otras tres mujeres. El 1 de noviembre una de ellas, Meredith Kercher, de 21 años, fue asesinada en el domicilio. Cinco días después, Knox y su novio, Raffaele Sollecito, fueron arrestados. “Recuerdo que aquella noche habíamos estado fumando marihuana y estuvimos viendo la película Amélie. Cuando Meredith fue asesinada y me detuvieron fue muy chocante. Me quedé paralizada. Todo se derrumbó. Nunca pensé que sería sospechosa”, relata Knox a la popular revista.
En 2009, ambos fueron condenados por homicidio y agresión sexual. La justicia italiana consideró entonces que Knox y su pareja habían simulado un robo para encubrir que ellos eran los asesinos de Kercher. Ambos apelaron y, finalmente, en octubre de 2011, una corte de apelaciones los declaró inocentes.
“Sentí mucha angustia en la cárcel y fue muy duro que los demás creyeran que era una zorra insensible. He pasado por muchos momentos de angustia que no se han visto, a pesar de que mi privacidad ha sido totalmente invadida”, continúa la joven. “Los medios de comunicación fueron muy duros conmigo, primero cuando criticaron que no mostraba emociones y luego, por tener demasiadas”, continúa.
Además, la joven explica que durante sus cuatro años en prisión sufrió “acoso sexual” y una fuerte depresión que la llevó a considerar poner fin a su vida: “Pensaba en cortarme las venas en la ducha, ya que las mamparas se empañarían y los guardias no se darían cuenta. Moriría desangrada. Pero un sacerdote de la prisión, Don Saulo, me salvó la vida con sus charlas sobre política y religión. Incluso, me dejaba tocar la guitarra”. En la entrevista, Knox habla por primera vez de los padres de Meredith: “Nunca me he acercado a ellos por razones legales. Pero a mi parecer, creo que es su padre el que realmente piensa que soy la asesina de su hija y es muy doloroso. Espero que ambos lean el libro”.
El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo italiano volvió a poner el caso del revés al anular la sentencia absolutoria y ordenar que se repita el proceso. La joven, que volvió a Estados Unidos hace un año, y en la actualidad estudia en la Universidad de Washington, confesó estar muy decepcionada con esta decisión, y que siente “todavía la impotencia, la desesperación y el miedo”.
The New York Times, que ha tenido acceso al libro antes de su publicación asegura que en él se retrata a una chica “impetuosa, ingenua, un poco peculiar y que le gustaba el fútbol y los Beatles y que, de repente, se vio atrapada en una pesadilla”. El día de la publicación será entrevistada por la leyenda televisiva estadounidense Diane Sawyer, en la cadena ABC.
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