Rajoy abre la puerta a un pacto con el PSOE para la reforma de las pensiones
Los socialistas habían ofrecido esta mañana al Ejecutivo del PP cuatro grandes pactos
El presidente pide a los empresarios que hablen bien de España para atraer inversión extranjera
Acusa a los socialistas de no querer "compartir el coste" de las reformas
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
ve difícil alcanzar un pacto de Estado con la oposición para llevar a
cabo las reformas. “Francamente no veo a algunos dispuestos a compartir
las reformas, aunque mi mano está tendida a ello”, afirmó, a preguntas
de los empresarios, en la asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar
(IEF) celebrado esta mañana en Madrid. “Vamos a ver si es posible que
haya un acuerdo para la sostenibilidad del sistema de pensiones [que
ahora se está negociando en el ámbito del Pacto de Toledo]”, añadió
después de decir que no ha sido posible en temas como la reforma laboral
o en los desahucios. Los asistentes habían mostrado su preocupación por
que no haya un gran pacto de Estado para las reformas.
A primera hora de la mañana, los socialistas habían ofrecido al presidente del Gobierno cuatro grandes pactos: en empleo, modernización de la economía, protección social y pobreza. El líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha aludido a que la situación actual del país requiere de una actuación urgente, y no paciencia, como había pedido Rajoy el día anterior.
Rajoy subrayó ante el auditorio de empresas familiares (dan empleo a 1,6 millones de personas y suponen el 25% del PIB español) que el Gobierno va a seguir con las reformas estructurales y la reducción del déficit público como las dos tareas más importantes de esta legislatura, junto a la insistencia para la integración europea. Asimismo, les pidió a los empresarios que hablen bien de España: “Que los inversores internacionales conozcan de su boca lo que se está haciendo aquí, que sepan que España es un buen país para invertir; hablen mal de Gobierno si quieren, pero no de las reformas que se están haciendo”, enfatizó.
El presidente, que enumeró todas las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros el viernes pasado, incidió en que “lo importante es no perder en rumbo ni bajar la intensidad del cambio”, lo que seguramente no es muy del agrado de la oposición a la que invita a alcanzar grandes pactos. No obstante, insistió en que “sin reformas no habrá crecimiento ni empleo” y añadió que también son necesarios otros estímulos que ayuden a corregir los desequilibrios. Precisamente Rajoy se mostró convencido de que así se hará antes de que acabe la actual legislatura.
Antes de que Rajoy tomara la palabra, el presidente del IEF, José Manuel Entrecanales, le había animado precisamente a insistir en esa línea de reformas. Asimismo le había pedido que insista ante los socios europeos, sobre todo Alemania, “sobre la necesidad de implementar políticas anticíclicas, especialmente las vinculadas a la inversión pública”. Entrecanales destacó que sobre todo en infraestructuras. “Hacerlo ahora supondría dar un impulso al crecimiento aunque ya sé que la coyuntura no sea precisamente la ideal”.
Por otra parte, le reclamó un marco fiscal estable que favorezca el crecimiento y que no esté sujeto a continuas variaciones que ahogaron la capacidad de las empresas por el constante incremento de la presión impositiva. “Seguiremos apoyando medidas en cuyo análisis nos gustaría participar y que sean el motor de la recuperación y no las víctimas de la crisis”, concluyó el empresario, que le informó al presidente que el 64% de los empresarios familiares asistentes a la reunión estaban dispuestos a incrementar sus inversiones este año. Una noticia que el presidente del Gobierno aplaudió.
A primera hora de la mañana, los socialistas habían ofrecido al presidente del Gobierno cuatro grandes pactos: en empleo, modernización de la economía, protección social y pobreza. El líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha aludido a que la situación actual del país requiere de una actuación urgente, y no paciencia, como había pedido Rajoy el día anterior.
Rajoy subrayó ante el auditorio de empresas familiares (dan empleo a 1,6 millones de personas y suponen el 25% del PIB español) que el Gobierno va a seguir con las reformas estructurales y la reducción del déficit público como las dos tareas más importantes de esta legislatura, junto a la insistencia para la integración europea. Asimismo, les pidió a los empresarios que hablen bien de España: “Que los inversores internacionales conozcan de su boca lo que se está haciendo aquí, que sepan que España es un buen país para invertir; hablen mal de Gobierno si quieren, pero no de las reformas que se están haciendo”, enfatizó.
El presidente, que enumeró todas las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros el viernes pasado, incidió en que “lo importante es no perder en rumbo ni bajar la intensidad del cambio”, lo que seguramente no es muy del agrado de la oposición a la que invita a alcanzar grandes pactos. No obstante, insistió en que “sin reformas no habrá crecimiento ni empleo” y añadió que también son necesarios otros estímulos que ayuden a corregir los desequilibrios. Precisamente Rajoy se mostró convencido de que así se hará antes de que acabe la actual legislatura.
Antes de que Rajoy tomara la palabra, el presidente del IEF, José Manuel Entrecanales, le había animado precisamente a insistir en esa línea de reformas. Asimismo le había pedido que insista ante los socios europeos, sobre todo Alemania, “sobre la necesidad de implementar políticas anticíclicas, especialmente las vinculadas a la inversión pública”. Entrecanales destacó que sobre todo en infraestructuras. “Hacerlo ahora supondría dar un impulso al crecimiento aunque ya sé que la coyuntura no sea precisamente la ideal”.
Por otra parte, le reclamó un marco fiscal estable que favorezca el crecimiento y que no esté sujeto a continuas variaciones que ahogaron la capacidad de las empresas por el constante incremento de la presión impositiva. “Seguiremos apoyando medidas en cuyo análisis nos gustaría participar y que sean el motor de la recuperación y no las víctimas de la crisis”, concluyó el empresario, que le informó al presidente que el 64% de los empresarios familiares asistentes a la reunión estaban dispuestos a incrementar sus inversiones este año. Una noticia que el presidente del Gobierno aplaudió.
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