Rajoy defiende a su equipo económico y luchará contra sus propios augurios
El presidente pide paciencia y rechaza “engañar” sobre el paro
“Sé que la gente está frustrada, pero sabemos lo que hacemos”
Apenas habían pasado dos días desde que el Gobierno lanzara la bomba nuclear política de sus previsiones para los próximos años, que indican que el PP concluirá la legislatura con más paro del que se encontró, y Mariano Rajoy
ya estaba trabajando a tope para desactivar sus efectos. Desde Granada,
donde recibió la “solidaridad con España” del primer ministro irlandés,
Enda Kenny, con quien se reunió, el presidente lanzó una respuesta muy
preparada con un mensaje político pensado para su electorado, que le
votó para que arreglara el paro y está descolocado, y su partido, que ya
no sabe qué decir.
“Hemos hecho unas previsiones conservadoras para ser creíbles. Pero las hemos hecho con el objetivo de superarlas y de que vayan mucho mejor”, explicó el presidente, poniendo así en solfa sus propios datos. Esto es, como repite insistentemente en privado el Gobierno desde el pasado viernes, no hay que tomarlos como un dogma. El presidente Rajoy gana así tiempo y da argumentos a los suyos, explicando que estos augurios se han hecho para ser creíbles en Europa pero no tienen por qué cumplirse.
“Se trata de que todos trabajemos para revisar las previsiones a
mejor, para cambiar esas previsiones que hicimos el viernes”, insistió.
Sin embargo, el presidente, con su habitual estilo de plantear una
opción y la contraria en la misma intervención, dejando así abiertas
varias posibilidades, también apuntó la posibilidad de que efectivamente
se cumplan y se llegue a 2015 con bastante más paro que en 2011 —tres
puntos más— lo que supondría un evidente varapalo no solo económico y
social sino también político para el PP.
“Es mejor decir la verdad que hacer castillos en el aire”, dijo en un momento para después explicar que en el fondo se ha tratado de una decisión política: contar lo que hay y ponerse en lo peor para, tal vez, mejorar después y así sacarle partido a esa recuperación: “Podíamos haber hecho otras previsiones, pero creemos que es mejor explicar la realidad, que decir otra cosa y que luego tengamos que contar que ha habido un millón de parados más de los previstos. Eso no es jugar limpio con los ciudadanos, y por eso no lo hemos hecho”.
En realidad, hacer previsiones optimistas era la apuesta del Gobierno hasta este mismo viernes. Poco a poco ha tenido que ir corrigiendo, y finalmente ha cambiado completamente su estrategia. Rajoy insistió en inyectar alguna dosis de optimismo ante el abatimiento de sus filas después de una semana durísima, clave. “Las cosas pueden ir mucho menor. Igual que las cosas este año han ido peor para Europa de lo que se esperaba, ¿por qué no podemos duplicar el crecimiento que hemos previsto? Ya veremos”.
La hecatombe política que ha supuesto para el PP esta semana con la Encuesta de Población Activa que encontró 6,2 millones de parados, presentada el jueves, y las negras previsiones del viernes ha provocado todo tipo de especulaciones internas. La división en el equipo económico es una evidencia. Rajoy, un hombre del aparato del PP de toda la vida, conoce esos movimientos y ayer quiso despejar esas incógnitas: no habrá cambio de Gobierno para dar un impulso en este momento tan bajo. Es más, el presidente quiso expresamente reforzar a su equipo económico ante la evidencia de que las tensiones entre los distintos componentes han generado tambores de cambio.
Rajoy proclamó: “No voy a hacer ningún cambio en el Gobierno. Estoy muy satisfecho del trabajo que están haciendo los ministros del área económica y los demás, de su esfuerzo, coraje y pundonor en medio de la mayor crisis económica en muchos años que además coincide con una recesión en la zona euro que es adonde hacemos el 60% de nuestras exportaciones. Este proceso no es fácil, lleva su tiempo y los resultados tardan en verse”.
Rajoy no quería, como se le planteó, hablar directamente a los ciudadanos que le votaron para que arreglara la situación del paro y pueden sentirse frustrados al ver que augura que acabará la legislatura con tres puntos más de los que se encontró al llegar. Es la gran preocupación del PP, que su gente asuma que los populares, hasta ahora con fama de mejores gestores económicos que los socialistas, han tenido unos resultados incluso peores. En el partido ya se hacen cábalas de lo que ese tsunami podría producir en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015, en las que ya empiezan a dar por perdidas plazas clave.
Aún queda mucho para eso y Rajoy, cuando se le volvió a preguntar, admitió que es consciente de esa frustración pero pidió paciencia y confianza en el Ejecutivo. “Soy plenamente consciente de que estas previsiones pueden frustrar a mucha gente, los anhelos, los deseos, los sentimientos de muchas personas. Pero quiero decirles que el Gobierno sabe lo que hace, y pronto empezaremos a crecer”. “El Gobierno sabe adónde va, hay que tener paciencia y ser perseverantes”, llegó a decir, en una prueba de la profundidad de la preocupación instalada en el Ejecutivo, que maneja más encuestas que nadie, sobre su imagen entre los ciudadanos.
El jefe del Ejecutivo, que admitió que las cifras del paro pueden llevar a los españoles a la frustración, hizo en la ciudada andaluza un llamamiento a la “paciencia y a ser perseverantes”.
Horas antes, el líder socialista había reunido en la sede del partido a su equipo económico para ultimar el Plan de Reactivación Económica, una batería de propuestas para estimular la creación de empleo y para la protección social, que pretende ser una alternativa a las políticas de Rajoy.
El PSOE tenía previsto presentar este plan este lunes, pero, en un comunicado, los socialistas advirtieron que esperarán a que el Gobierno haga público el documento de las reformas anunciadas el pasado viernes —“que debe remitir a Bruselas con la explicación detallada de los anuncios” realizados durante la rueda de prensa del Consejo de Ministros—, para estudiarlo y concluir su plan alternativo.
El portavoz de Economía del grupo socialista en el Congreso, Valeriano Gómez, adelantó el viernes que en esta propuesta de medidas se incluirá una “moratoria frente al desempleo” que favorezca que las empresas no despidan.
“Hemos hecho unas previsiones conservadoras para ser creíbles. Pero las hemos hecho con el objetivo de superarlas y de que vayan mucho mejor”, explicó el presidente, poniendo así en solfa sus propios datos. Esto es, como repite insistentemente en privado el Gobierno desde el pasado viernes, no hay que tomarlos como un dogma. El presidente Rajoy gana así tiempo y da argumentos a los suyos, explicando que estos augurios se han hecho para ser creíbles en Europa pero no tienen por qué cumplirse.
Ofensiva popular contra la depresión
El Partido Popular intenta sobreponerse a la ola de desánimo que ha dejado la última Encuesta de Población Activa —6,2 millones de parados— y la última revisión de los escenarios macroeconómicos que ha presentado el Gobierno, admitiendo que cuando termine la legislatura habrá más parados que cuando se inició. En los últimos días, distintos dirigentes del partido han intentado dibujar con palabras un futuro optimista.- Javier Arenas. El Gobierno se rebela contra el paro. “El Gobierno se rebela ante la situación económica y lo hace todos los viernes aprobando reformas que son la única receta para salir de la crisis. Los socialistas son los conservadores de hoy: se oponen a las reformas y no quieren cambiar nada y están ensimismados en sus problemas internos”.
- Carlos Floriano. Los malos datos se convertirán en buenos. El vicesecretario de Organización y Electoral del Partido Popular, reconoce que los datos del paro son malos pero que las políticas económicas del Gobierno “son el camino para que los datos malos del paro se conviertan en buenos en el futuro. La política del Gobierno es la que cimenta la creación de empleo y el crecimiento económico”.
- Esperanza Aguirre. El efecto positivo de los emigrantes. La presidenta del PP de la Comunidad de Madrid y expresidenta autonómica considera que “el número creciente de jóvenes españoles que tienen buenos trabajos en el extranjero tendrá un efecto muy positivo” en la economía española. “Somos dos veces más prósperos que durante nuestra última recesión, a comienzo de los noventa, y eso nos da esperanza para una futura recuperación”.
“Es mejor decir la verdad que hacer castillos en el aire”, dijo en un momento para después explicar que en el fondo se ha tratado de una decisión política: contar lo que hay y ponerse en lo peor para, tal vez, mejorar después y así sacarle partido a esa recuperación: “Podíamos haber hecho otras previsiones, pero creemos que es mejor explicar la realidad, que decir otra cosa y que luego tengamos que contar que ha habido un millón de parados más de los previstos. Eso no es jugar limpio con los ciudadanos, y por eso no lo hemos hecho”.
En realidad, hacer previsiones optimistas era la apuesta del Gobierno hasta este mismo viernes. Poco a poco ha tenido que ir corrigiendo, y finalmente ha cambiado completamente su estrategia. Rajoy insistió en inyectar alguna dosis de optimismo ante el abatimiento de sus filas después de una semana durísima, clave. “Las cosas pueden ir mucho menor. Igual que las cosas este año han ido peor para Europa de lo que se esperaba, ¿por qué no podemos duplicar el crecimiento que hemos previsto? Ya veremos”.
La hecatombe política que ha supuesto para el PP esta semana con la Encuesta de Población Activa que encontró 6,2 millones de parados, presentada el jueves, y las negras previsiones del viernes ha provocado todo tipo de especulaciones internas. La división en el equipo económico es una evidencia. Rajoy, un hombre del aparato del PP de toda la vida, conoce esos movimientos y ayer quiso despejar esas incógnitas: no habrá cambio de Gobierno para dar un impulso en este momento tan bajo. Es más, el presidente quiso expresamente reforzar a su equipo económico ante la evidencia de que las tensiones entre los distintos componentes han generado tambores de cambio.
Rajoy proclamó: “No voy a hacer ningún cambio en el Gobierno. Estoy muy satisfecho del trabajo que están haciendo los ministros del área económica y los demás, de su esfuerzo, coraje y pundonor en medio de la mayor crisis económica en muchos años que además coincide con una recesión en la zona euro que es adonde hacemos el 60% de nuestras exportaciones. Este proceso no es fácil, lleva su tiempo y los resultados tardan en verse”.
Rajoy no quería, como se le planteó, hablar directamente a los ciudadanos que le votaron para que arreglara la situación del paro y pueden sentirse frustrados al ver que augura que acabará la legislatura con tres puntos más de los que se encontró al llegar. Es la gran preocupación del PP, que su gente asuma que los populares, hasta ahora con fama de mejores gestores económicos que los socialistas, han tenido unos resultados incluso peores. En el partido ya se hacen cábalas de lo que ese tsunami podría producir en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015, en las que ya empiezan a dar por perdidas plazas clave.
Aún queda mucho para eso y Rajoy, cuando se le volvió a preguntar, admitió que es consciente de esa frustración pero pidió paciencia y confianza en el Ejecutivo. “Soy plenamente consciente de que estas previsiones pueden frustrar a mucha gente, los anhelos, los deseos, los sentimientos de muchas personas. Pero quiero decirles que el Gobierno sabe lo que hace, y pronto empezaremos a crecer”. “El Gobierno sabe adónde va, hay que tener paciencia y ser perseverantes”, llegó a decir, en una prueba de la profundidad de la preocupación instalada en el Ejecutivo, que maneja más encuestas que nadie, sobre su imagen entre los ciudadanos.
Rubalcaba: "¿Cómo se atreve Rajoy a pedir paciencia?”
Poco después de la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desde Granada, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuestionaba su intervención, por reclamar paciencia a los españoles cuando el desempleo supera ya los seis millones de españoles. “El Gobierno prevé perder 1.300.000 empleos hasta 2016. ¿Cómo se atreve Rajoy a pedir paciencia a los españoles?”, se preguntó el líder socialista a través de la red social Twitter.El jefe del Ejecutivo, que admitió que las cifras del paro pueden llevar a los españoles a la frustración, hizo en la ciudada andaluza un llamamiento a la “paciencia y a ser perseverantes”.
Horas antes, el líder socialista había reunido en la sede del partido a su equipo económico para ultimar el Plan de Reactivación Económica, una batería de propuestas para estimular la creación de empleo y para la protección social, que pretende ser una alternativa a las políticas de Rajoy.
El PSOE tenía previsto presentar este plan este lunes, pero, en un comunicado, los socialistas advirtieron que esperarán a que el Gobierno haga público el documento de las reformas anunciadas el pasado viernes —“que debe remitir a Bruselas con la explicación detallada de los anuncios” realizados durante la rueda de prensa del Consejo de Ministros—, para estudiarlo y concluir su plan alternativo.
El portavoz de Economía del grupo socialista en el Congreso, Valeriano Gómez, adelantó el viernes que en esta propuesta de medidas se incluirá una “moratoria frente al desempleo” que favorezca que las empresas no despidan.
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