La empresa exige a Rajoy un gran pacto para acelerar las reformas
El presidente acusa a los socialistas de no querer compartir el coste de las medidas
Mariano Rajoy ve difícil alcanzar un pacto de Estado con la oposición
para llevar a cabo las reformas estructurales que requiere ahora el
país. El presidente del Gobierno fue contundente al responder este lunes
a los empresarios asistentes a la Asamblea del Instituto de Empresa Familiar (IEF),
celebrada en Madrid, un acto que él mima como “una obligación grata”.
Los empresarios le habían preguntado con inquietud la razón por la que,
tras cinco años de crisis profunda, los principales partidos del país no
eran capaces de alcanzar un pacto de Estado. También le demandaron que
continúe con las reformas y las acelere, especialmente la de las
Administraciones.
“Francamente no veo a algunos dispuestos a compartir las reformas, aunque mi mano está tendida a ello”, afirmó el presidente. “Vamos a ver si es posible que haya un acuerdo para la sostenibilidad del sistema de pensiones [que ahora se está negociando en el ámbito del Pacto de Toledo]”, añadió, tras subrayar que no ha sido posible hasta ahora sellar acuerdos en temas como la reforma laboral o en los desahucios y apuntar que él no ve al PSOE con disposición de asumir ningún “coste” político en esa línea.
A primera hora de la mañana, los socialistas habían ofrecido al Gobierno cuatro grandes pactos: en empleo, modernización de la economía, protección social y pobreza. El líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, aludió a que la situación del país requiere de una actuación urgente, y no paciencia, como había pedido Rajoy el día anterior. Fuentes socialistas resaltaron que van a poner todo eso por escrito en el plan de reactivación de la economía que están elaborando. En el caso concreto de las pensiones, afirmaron que ven muy complicado un acuerdo. “Se está aprovechando el pacto para la sostenibilidad para cambiar el modelo y no estamos dispuestos a ello”, manifestaron.
Por otra parte, Rajoy contestó ante el auditorio de empresas familiares (dan empleo a 1,6 millones de personas y suponen el 25% del PIB español) que el Gobierno va a seguir con las reformas estructurales y la reducción del déficit público como las dos tareas fundamentales de esta legislatura, junto a la integración europea. Luego, ante otra pregunta, aprovechó para pedir con énfasis a los empresarios que sigan saliendo al exterior y que hablen bien de España: “Que los inversores internacionales conozcan lo que se está haciendo aquí, que sepan que España es un buen país para invertir; hablen mal de Gobierno si quieren, pero no de las reformas que se están haciendo”.
El presidente, que enumeró todas las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros el viernes pasado, incidió en que “lo importante es no perder en rumbo ni bajar la intensidad del cambio”, lo que seguramente no es muy del agrado de la oposición a la que invitó a alcanzar grandes pactos. No obstante, insistió en que “sin reformas no habrá crecimiento ni empleo” y añadió que también son necesarios otros estímulos que ayuden a corregir los desequilibrios. Rajoy se mostró convencido de que así se hará antes de que acabe la actual legislatura.
Para Rajoy se ha logrado avanzar en los objetivos estratégicos de estabilidad macroeconómica y alto grado de flexibilidad sobre tres ejes de actuación (consolidación fiscal, reforma del sistema financiero y un conjunto de reformas estructurales que aportan competencia) en los que cree que hay que profundizar, además de abordar la del sector público. En ese campo es en el que más le exigieron los empresarios y sobre el que el presidente apenas profundizó, según comentaron algunos de los asistentes a la cita.
Antes de que Rajoy tomara la palabra, el presidente del IEF, José Manuel Entrecanales, le había animado a seguir en esa línea de reformas. En concreto, le pidió que reduzca el número actual de contratos (más de 30) y que eleve la inversión pública en infraestructuras. En este punto, le solicitó que insista ante los socios europeos, sobre todo Alemania, “sobre la necesidad de implementar políticas anticíclicas, especialmente las vinculadas a la inversión”. Entrecanales, presidente del grupo Acciona, conoce ese sector y a su juicio “España sigue siendo altamente deficitario” en algunas infraestructuras “clave”, como el agua, el transporte ferroviario o las interconexiones eléctricas. “Hacerlo ahora supondría dar un impulso al crecimiento, aunque ya sé que la coyuntura no es precisamente la ideal”, agregó.
España sigue siendo “altamente deficitaria” en algunas de esas infraestructuras “clave”, a pesar de que Europa ya empieza a reconocer la necesidad de reforzar la inversión pública.
Entrecanales recordó al presidente que “la crisis ha destruido el 17% del tejido empresarial español” y que no utiliza “el 27% de su población activa ni el 31% de la capacidad productiva”. También le reclamó un marco fiscal estable que favorezca el crecimiento económico y la internacionalización empresarial y que no esté sujeto a continuas variaciones que han ahogado la capacidad de las empresas por el constante incremento de la presión impositiva. Asimismo, incidió en que la Marca España y la recuperación “no son posibles sin el concurso y el respaldo de la empresa familiar”.
Entrecanales también lamentó que España tenga una “enorme” dotación de capital humano y tecnológico que no se está aprovechando. Y reclamó para las empresas un respaldo institucional que no existe. En tono respetuoso pero exigente, ofreció el respaldo de la empresa al Ejecutivo después de informarle de que el 64% de los asistentes a la reunión estaban dispuestos a incrementar sus inversiones este año. Una buena noticia para Rajoy, que luego escuchó otra: “Seguiremos apoyando medidas en cuyo análisis nos gustaría participar y que sean el motor de la recuperación y no las víctimas de la crisis”.
“Francamente no veo a algunos dispuestos a compartir las reformas, aunque mi mano está tendida a ello”, afirmó el presidente. “Vamos a ver si es posible que haya un acuerdo para la sostenibilidad del sistema de pensiones [que ahora se está negociando en el ámbito del Pacto de Toledo]”, añadió, tras subrayar que no ha sido posible hasta ahora sellar acuerdos en temas como la reforma laboral o en los desahucios y apuntar que él no ve al PSOE con disposición de asumir ningún “coste” político en esa línea.
A primera hora de la mañana, los socialistas habían ofrecido al Gobierno cuatro grandes pactos: en empleo, modernización de la economía, protección social y pobreza. El líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, aludió a que la situación del país requiere de una actuación urgente, y no paciencia, como había pedido Rajoy el día anterior. Fuentes socialistas resaltaron que van a poner todo eso por escrito en el plan de reactivación de la economía que están elaborando. En el caso concreto de las pensiones, afirmaron que ven muy complicado un acuerdo. “Se está aprovechando el pacto para la sostenibilidad para cambiar el modelo y no estamos dispuestos a ello”, manifestaron.
Por otra parte, Rajoy contestó ante el auditorio de empresas familiares (dan empleo a 1,6 millones de personas y suponen el 25% del PIB español) que el Gobierno va a seguir con las reformas estructurales y la reducción del déficit público como las dos tareas fundamentales de esta legislatura, junto a la integración europea. Luego, ante otra pregunta, aprovechó para pedir con énfasis a los empresarios que sigan saliendo al exterior y que hablen bien de España: “Que los inversores internacionales conozcan lo que se está haciendo aquí, que sepan que España es un buen país para invertir; hablen mal de Gobierno si quieren, pero no de las reformas que se están haciendo”.
El presidente, que enumeró todas las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros el viernes pasado, incidió en que “lo importante es no perder en rumbo ni bajar la intensidad del cambio”, lo que seguramente no es muy del agrado de la oposición a la que invitó a alcanzar grandes pactos. No obstante, insistió en que “sin reformas no habrá crecimiento ni empleo” y añadió que también son necesarios otros estímulos que ayuden a corregir los desequilibrios. Rajoy se mostró convencido de que así se hará antes de que acabe la actual legislatura.
Para Rajoy se ha logrado avanzar en los objetivos estratégicos de estabilidad macroeconómica y alto grado de flexibilidad sobre tres ejes de actuación (consolidación fiscal, reforma del sistema financiero y un conjunto de reformas estructurales que aportan competencia) en los que cree que hay que profundizar, además de abordar la del sector público. En ese campo es en el que más le exigieron los empresarios y sobre el que el presidente apenas profundizó, según comentaron algunos de los asistentes a la cita.
Antes de que Rajoy tomara la palabra, el presidente del IEF, José Manuel Entrecanales, le había animado a seguir en esa línea de reformas. En concreto, le pidió que reduzca el número actual de contratos (más de 30) y que eleve la inversión pública en infraestructuras. En este punto, le solicitó que insista ante los socios europeos, sobre todo Alemania, “sobre la necesidad de implementar políticas anticíclicas, especialmente las vinculadas a la inversión”. Entrecanales, presidente del grupo Acciona, conoce ese sector y a su juicio “España sigue siendo altamente deficitario” en algunas infraestructuras “clave”, como el agua, el transporte ferroviario o las interconexiones eléctricas. “Hacerlo ahora supondría dar un impulso al crecimiento, aunque ya sé que la coyuntura no es precisamente la ideal”, agregó.
España sigue siendo “altamente deficitaria” en algunas de esas infraestructuras “clave”, a pesar de que Europa ya empieza a reconocer la necesidad de reforzar la inversión pública.
Entrecanales recordó al presidente que “la crisis ha destruido el 17% del tejido empresarial español” y que no utiliza “el 27% de su población activa ni el 31% de la capacidad productiva”. También le reclamó un marco fiscal estable que favorezca el crecimiento económico y la internacionalización empresarial y que no esté sujeto a continuas variaciones que han ahogado la capacidad de las empresas por el constante incremento de la presión impositiva. Asimismo, incidió en que la Marca España y la recuperación “no son posibles sin el concurso y el respaldo de la empresa familiar”.
Entrecanales también lamentó que España tenga una “enorme” dotación de capital humano y tecnológico que no se está aprovechando. Y reclamó para las empresas un respaldo institucional que no existe. En tono respetuoso pero exigente, ofreció el respaldo de la empresa al Ejecutivo después de informarle de que el 64% de los asistentes a la reunión estaban dispuestos a incrementar sus inversiones este año. Una buena noticia para Rajoy, que luego escuchó otra: “Seguiremos apoyando medidas en cuyo análisis nos gustaría participar y que sean el motor de la recuperación y no las víctimas de la crisis”.
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