Mourinho vuelve a caer en la trampa
El Madrid corrió más de lo habitual en Dortmund pero remató mucho menos
Klopp logró que el balón estuviera más en los pies de Pepe y menos en los de Alonso
La sensación visual de que el Borussia Dortmund aplastó al Real
Madrid no se traslada directamente a la radiografía del partido de la
ida de la semifinal de Champions disputada en Dortmund (4-1). A menos
que se lea entre líneas. En contra de quienes apuntaron a una falta de
actitud (Sergio Ramos, por ejemplo), el Madrid corrió más de lo habitual
en Champions: 113 kilómetros en total, dos más de su media en la
competición. Y seis menos que el Dortmund, también por debajo de su
promedio, que es de 121 kilómetros. Al cuadro de Mou tampoco le faltó
toque. Completó 643 pases, 104 más de su media en la presente edición
del torneo, en este apartado por encima de su rival, que completó 541,
muy cerca de sus habituales 550.
En realidad, todo era una trampa. La misma que le tendió el técnico del Borussia, Jürgen Klopp, a Mourinho en los partidos de la fase previa, saldados con una victoria de los germanos en el Westfalenstadion (2-1) y un empate en el Bernabéu (2-2). Klopp le entregó el balón y la iniciativa, pero solo en zonas inocuas del campo y en pies de jugadores menos dotados con la pelota. Es decir, Pepe.
El central portugués incrementó abruptamente su contacto con el
cuero, tal y como había planificado Klopp. Su media de pases totales en
la Champions, 34,6, se disparó a 56. Lo mismo con los pases buenos: de
26,2 a 41. En sentido inverso, Xabi Alonso, a quien Klopp cortocircuitó a
través de una presión constante de sus delanteros, entró menos en juego
de lo que le convenía a su equipo: 60 servicios totales en vez de los
recurrentes 71,2; y tan solo 48 buenos, casi 11 menos de los habituales
58,6. La posesión favoreció a los españoles (un 56,8%) sin ninguna
utilidad.
El Madrid remató poco, nueve veces y solo cinco a puerta, la mitad de su promedio (18,9 y nueve a portería). De esos tiros a puerta, tres fueron de Cristiano, que disparó una vez cada 19 minutos cuando suele hacerlo cada 11. Sin embargo y pese a las apariencias, el Madrid no se vio sometido a ninguna avalancha por parte del Dortmund. Nada especial. Las tres paradas del portero, Diego López, están por debajo de las 3,9 de media. La zaga de Mou normalmente recibe 12 remates y esta vez fueron 13, seis entre los tres palos (la media es de cinco). El plan de Klopp salió a la perfección.
En realidad, todo era una trampa. La misma que le tendió el técnico del Borussia, Jürgen Klopp, a Mourinho en los partidos de la fase previa, saldados con una victoria de los germanos en el Westfalenstadion (2-1) y un empate en el Bernabéu (2-2). Klopp le entregó el balón y la iniciativa, pero solo en zonas inocuas del campo y en pies de jugadores menos dotados con la pelota. Es decir, Pepe.
Klopp le entregó el balón y la iniciativa, pero solo en zonas inocuas del campo y en pies de jugadores menos dotados
El Madrid remató poco, nueve veces y solo cinco a puerta, la mitad de su promedio (18,9 y nueve a portería). De esos tiros a puerta, tres fueron de Cristiano, que disparó una vez cada 19 minutos cuando suele hacerlo cada 11. Sin embargo y pese a las apariencias, el Madrid no se vio sometido a ninguna avalancha por parte del Dortmund. Nada especial. Las tres paradas del portero, Diego López, están por debajo de las 3,9 de media. La zaga de Mou normalmente recibe 12 remates y esta vez fueron 13, seis entre los tres palos (la media es de cinco). El plan de Klopp salió a la perfección.
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