Tarde primaveral con Tello y Thiago
Los suplentes del Barça se lucen y, a través del desborde del extremo y la finura del centrocampista, liquidan con facilidad a un calamitoso Zaragoza
Ramon Besa
Zaragoza
14 ABR 2013 - 17:48 CET3
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Una vez que el fútbol se ha concentrado en la Champions, la Liga se
ha convertido en una sala de espera en manos del Barcelona. El alirón
depende de la prisa que tenga el equipo de Tito Vilanova y, a juzgar por
los últimos partidos de entretiempo, contra el Mallorca y el Zaragoza,
los azulgrana han encontrado en los suplentes la mejor garantía para no
perder el tiempo. A falta de los goles de Messi y de los quiebros de
Iniesta, ahora el protagonismo recae en el ingenio de Thiago y el
descaro de Tello. El extremo y el volante se marcaron un encuentro
estupendo en La Romareda. Las jornadas de descuento sirven precisamente
para ganar jugadores y aumentar la tensión competitiva, la mejor manera
de dignificar el torneo y calentar para la Copa de Europa.
Barcelona: Valdés; Alves, Bartra, Adriano (Abidal, m. 77), Montoya; Xavi (Sergi Roberto, m. 81), Song, Thiago; Alexis, Cesc y Tello (Villa, m. 83). No utilizados: Oier; Pedro, Dos Santos y Piqué.
Goles: 0-1. M. 20. Thiago. 0-2. M. 39 Tello. 0-3. M. 53. Tello.
Árbitro: Fernández Borbalán. Mostró tarjeta amarilla a Movilla, Apoño, Alexis, Alves y Álvaro.
La Romareda. Unos 34.000 espectadores.
La hinchada barcelonista agradece el descaro, el desborde y la sangre
fría de Tello, un delantero irreverente incluso frente a Messi, y
aplaude el atrevimiento y finura de Thiago, un centrocampista singular
ante Xavi, Cesc, Busquets e Iniesta. Thiago simboliza la evolución del
juego del Barcelona, al igual que en su día Cesc, dos futbolistas
distintos por profundos y verticales en un ejército de precisos
pasadores que dominan como nadie el juego de posición. Aunque el encaje
no será fácil, la gracia del Barça está justamente en reinventarse y
evolucionar. Hoy el regate y el vértigo, y por extensión la transición,
parecen tener más sentido que la posesión, por la presencia de Tello y
de Thiago, excelentes en un extravagente decorado.
Aunque el césped invitaba a buen picnic más que a jugar al fútbol y el equipo vestía su zamarra tropical, a tono con una radiante tarde de primavera, al Barça le llevó muy poco tiempo alcanzar la portería del Zaragoza. Ni siquiera precisó de su mejor toque, imposible por el bote playero de la pelota, sino que le alcanzó con las transiciones de sus volantes y el desborde de Tello. Agarrotado, el Zaragoza se encomendó a la estrategia, convencido de que su suerte estaba en los costados del campo. No reparó en que los córners a favor se han convertido en el mejor de los contragolpes para muchos equipos, también para el Barcelona, tan horizontal como vertical, mitad Cesc y mitad Xavi, muy futbolero cuando el balón quedaba a pies de Thiago.
Thiago marcó el 0-1. Agarró el balón Cesc a la salida de un saque de esquina del Zaragoza y lanzó a Thiago, que ya no paró hasta cruzar el cuero ante el portero después de apoyarse en Alexis. Y Thiago habilitó a Tello para que marcara el 0-2 y también el 0-3. Los dos goles del extremo fueron preciosos por la manera en que recortó, armó el tiro y definió ante un gigante como Roberto. La clarividencia del medio y la verticalidad del extremo desarticularon al Zaragoza, alborotado y descentrado, pendiente del cuerpo a cuerpo. A cada jugada buscaba la falta, a favor o en contra, y el árbitro bien pudo pitar penalti de Song a Víctor. Nada juega a favor del Zaragoza, ni los contrarios ni los árbitros, hoy carne de cañón.
La bronca de La Romareda nunca afectó al Barça, selectivo y efectivo en ataque, más contundente que fiable en defensa, nada sorprendente si se tiene en cuenta que improvisó con los centrales (Bartra y Adriano). El tuya mía Thiago-Tello fue tan disuasorio como inteligente el saber estar de Xavi, el único de los titulares con el reaparecido Valdés y Alves, en medio de ocho futbolistas no habituales. El partido fue tan plácido que Tito pudo volver a dar minutos de nuevo a Abidal mientras aguantaba como podía Bartra, con molestias musculares, como todos los centrales del Barça. No intimidó el Zaragoza, en la peor de las dinámicas: 14 jornadas sin ganar, la tercera peor racha de su historia, más expulsados que nunca, hoy en zona de descenso.
El calvario del calamitoso Zaragoza contrastó con la plácida tarde del Barça, decidido a cantar cuanto antes el alirón con los suplentes mientras los titulares calientan para la Champions. Thiago y Tello han pedido estar en la lista de las dos citas.
ZARAGOZA, 0 - BARÇA, 3
Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Álvaro, Paredes; Jose Mari (Apoño, m. 46), Movilla; Víctor Rodríguez (Jorge Ortí, m. 46), Rodri, Montañés; y Helder Postiga (Rochina, m. 62). No utilizados: Leo Franco; Oriol, Fernández y Romaric.Barcelona: Valdés; Alves, Bartra, Adriano (Abidal, m. 77), Montoya; Xavi (Sergi Roberto, m. 81), Song, Thiago; Alexis, Cesc y Tello (Villa, m. 83). No utilizados: Oier; Pedro, Dos Santos y Piqué.
Goles: 0-1. M. 20. Thiago. 0-2. M. 39 Tello. 0-3. M. 53. Tello.
Árbitro: Fernández Borbalán. Mostró tarjeta amarilla a Movilla, Apoño, Alexis, Alves y Álvaro.
La Romareda. Unos 34.000 espectadores.
Aunque el césped invitaba a buen picnic más que a jugar al fútbol y el equipo vestía su zamarra tropical, a tono con una radiante tarde de primavera, al Barça le llevó muy poco tiempo alcanzar la portería del Zaragoza. Ni siquiera precisó de su mejor toque, imposible por el bote playero de la pelota, sino que le alcanzó con las transiciones de sus volantes y el desborde de Tello. Agarrotado, el Zaragoza se encomendó a la estrategia, convencido de que su suerte estaba en los costados del campo. No reparó en que los córners a favor se han convertido en el mejor de los contragolpes para muchos equipos, también para el Barcelona, tan horizontal como vertical, mitad Cesc y mitad Xavi, muy futbolero cuando el balón quedaba a pies de Thiago.
Thiago marcó el 0-1. Agarró el balón Cesc a la salida de un saque de esquina del Zaragoza y lanzó a Thiago, que ya no paró hasta cruzar el cuero ante el portero después de apoyarse en Alexis. Y Thiago habilitó a Tello para que marcara el 0-2 y también el 0-3. Los dos goles del extremo fueron preciosos por la manera en que recortó, armó el tiro y definió ante un gigante como Roberto. La clarividencia del medio y la verticalidad del extremo desarticularon al Zaragoza, alborotado y descentrado, pendiente del cuerpo a cuerpo. A cada jugada buscaba la falta, a favor o en contra, y el árbitro bien pudo pitar penalti de Song a Víctor. Nada juega a favor del Zaragoza, ni los contrarios ni los árbitros, hoy carne de cañón.
La bronca de La Romareda nunca afectó al Barça, selectivo y efectivo en ataque, más contundente que fiable en defensa, nada sorprendente si se tiene en cuenta que improvisó con los centrales (Bartra y Adriano). El tuya mía Thiago-Tello fue tan disuasorio como inteligente el saber estar de Xavi, el único de los titulares con el reaparecido Valdés y Alves, en medio de ocho futbolistas no habituales. El partido fue tan plácido que Tito pudo volver a dar minutos de nuevo a Abidal mientras aguantaba como podía Bartra, con molestias musculares, como todos los centrales del Barça. No intimidó el Zaragoza, en la peor de las dinámicas: 14 jornadas sin ganar, la tercera peor racha de su historia, más expulsados que nunca, hoy en zona de descenso.
El calvario del calamitoso Zaragoza contrastó con la plácida tarde del Barça, decidido a cantar cuanto antes el alirón con los suplentes mientras los titulares calientan para la Champions. Thiago y Tello han pedido estar en la lista de las dos citas.
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