Cancerberos

Cuatro porteros para una portería

El Madrid desembarcó con cuatro porteros en Estambul, a mayor gloria de Mourinho, que así establece una nueva marca de desafío. Es más, serían cinco si contáramos entre ellos a su hijo, que también es portero, aunque no con ficha del Madrid, sino de las secciones inferiores del Canillas; pero viajó en el avión y en el autobús, se hospedó en el hotel y todo. Pleitesía que Florentino concede a su torturador y no por primera vez, aunque esta ha sido más notoria, quizá por más exhibida, o porque en ese me voy, me quedo, Casillas y Ramos sí, Casillas y Ramos no, las cosas de Mourinho se miran más que antes.
En la conferencia de prensa dijo, eso sí, que Casillas se está entrenando “muuuuy bien”, y prolongo las ‘úes’ porque él las prolongó. Y porque tengo la impresión de que disfruta teniéndole en la sartén, la misma en la que revuelca su masoquismo Florentino, arrastrado por su falta de voluntad a estas humillaciones. Todo sea por la Décima. Un mal día Florentino echó a Del Bosque, aún no sabe explicar bien por qué, y desde entonces dio palos de ciego que le llevaron a diversos extravíos, a la dimisión, la conspiración para volver, el retorno, las vacilaciones de la segunda época y finalmente a Mourinho.
Y ahí está, en Mourinho, santiguándose para que este viaje acabe en la Décima. Y puede ser, sí. Desde luego, ya veo al Madrid en las semifinales, aunque, eso sí, más a hombros de Cristiano que del propio Mourinho, aun teniendo a este, como le tengo, por un entrenador extraordinario. El mejor. Pero el fútbol es de los jugadores más que de los entrenadores y cada vez que veo (pocas) al Madrid sin Cristiano me parece muy otra cosa. Ese trueno que suena cada vez que Cristiano agarra el balón es lo que de verdad tiene de especial el Madrid de este tiempo. Ese es el trueno que puede traer la Décima, porteros aparte.