domingo, 21 de abril de 2013

Los homofobos ganan la calle

Los contrarios al matrimonio gay en Francia toman la calle

45.000 personas desfilan contra la ley que debe aprobarse el martes

Los partidarios solo reúnen a unas 3.500

Manifestación contra el matrimonio homosexual en París. / PIERRE ANDRIEU (AFP)

Unas 45.000 personas, según la policía, y 270.000, según los organizadores, se han vuelto a echar a la calle esta tarde en París en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción para parejas homosexuales, cuando los diputados se disponen este martes a adoptar definitivamente el proyecto de ley. En paralelo, y en un ambiente de recrudescencia de los actos homófobos, otros miles de personas se han concentrado en la plaza parisiense de Bastille, convocados por la asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales. Salvo sorpresa de última hora, Francia se convertirá así en el 14º país en legalizar el matrimonio gay.
“Hollande, tu ley no la queremos”, gritaba la multitud que marchaba entre la plaza Denfert-Rocheraud y la de los Invalides, al lado de la Asamblea Nacional, en un ambiente festivo, entre banderas azules y rosas del movimiento organizador, la Manif pour tous. Familias enteras con carritos, niños pequeños, jóvenes y más mayores desfilaron a ritmo de Shakira y de Queen entre pancartas con eslóganes como “todos hemos nacido de un hombre y una mujer”. “Dicen que somos unos fachas, pero mire, esto está lleno de familias normales”, resaltaba Marie Pierre, una abogada de 36 años, que al igual que la mayoría de los manifestantes denunciaba sobre todo la falta de diálogo del Gobierno.
Como viene siendo habitual en estas manifestaciones -suman ya cuatro desde el otoño pasado- junto a Frigide Bargot, una excómica y cabeza visible del movimiento, desfilaron varios diputados de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), como el exconsejero especial del exmandatario Nicolas Sarkozy, Henri Guaino, al igual que representantes del partido de extrema derecha, el Frente Nacional (FN). El todo ha transcurrido sin grandes incidentes, entre grandes medidas de seguridad, después de que la anterior manifestación, el pasado 24 de marzo, acabara con sonados altercados en los Campos Elíseos. Entonces se reunieron unas 300.000 personas según la policía y 1,4 millones según los organizadores.
Con muchos menos medios, como evidenciaba sin ir más lejos la calidad del equipo de sonido, unas 3.500 de personas, según la policía, acudieron a la cita dada por el colectivo Act Up y LGBT, y apoyada por la extrema izquierda, en la plaza de la Bastilla, prácticamente a la misma hora, en contra de la homofobia y a favor del proyecto de ley. “Estoy muy cansada del clima ambiente, de los ataques verbales que sufrimos”, explicaba Amandine, de 27 años. “Tenemos miedo, antes nos dábamos la mano por la calle sin pensarlo, ahora en función de quien nos cruzamos, nos la soltamos”, añadía Lucía, de 28. “Para venir hasta aquí, en el metro, hemos escondido la pancarta [‘el amor no hace daño. Los homófobos sí’, reza]. No la hemos sacado hasta que hemos llegado a la plaza”.

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