Acaba con éxito la exhumación de los restos de Neruda
Los forenses buscan determinar si realmente murió de un cáncer, como dice la versión oficial
Su exchofer denunció en 2011 que fue envenenado por el régimen de Pinochet
EFE
Santiago de Chile
8 ABR 2013 - 15:52 CET
La exhumación de los restos del poeta Pablo Neruda para determinar si
fue asesinado ha concluido de forma exitosa, confirmó el juez a cargo
de la investigación y el jefe de los peritos de la diligencia. La urna
con los restos del premio Nobel de Literatura fue extraída de la tumba
donde fue enterrado, en la localidad costera de Isla Negra, donde
permanecía sepultado junto a su tercera esposa, Matilde Urrutia.
La exhumación ha durado apenas una hora gracias a que el tiempo y las condiciones en que se llevaron a cabo los trabajos fueron mejores de lo que se esperaba, y el acceso fue expedito, toda vez que el féretro de Neruda estaba separado del de Matilde Urrutia.
Tras la rotura de la urna y el análisis con rayos equis, los restos fueron trasladados hasta la sede en Santiago del Servicio Médico Legal, explicó el director de este organismo, el doctor Patricio Bustos, quien no precisó cuándo se sabrá si Neruda fue envenenado ni tampoco si los restos serán enviados para su análisis al extranjero.
La diligencia realizada hoy fue ordenada por el juez Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, en el marco de una querella presentada en mayo de 2011 con el objeto de esclarecer si el poeta murió a causa de un cáncer o asesinado con una inyección letal.
La exhumación ha durado apenas una hora gracias a que el tiempo y las condiciones en que se llevaron a cabo los trabajos fueron mejores de lo que se esperaba, y el acceso fue expedito, toda vez que el féretro de Neruda estaba separado del de Matilde Urrutia.
Tras la rotura de la urna y el análisis con rayos equis, los restos fueron trasladados hasta la sede en Santiago del Servicio Médico Legal, explicó el director de este organismo, el doctor Patricio Bustos, quien no precisó cuándo se sabrá si Neruda fue envenenado ni tampoco si los restos serán enviados para su análisis al extranjero.
La diligencia realizada hoy fue ordenada por el juez Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, en el marco de una querella presentada en mayo de 2011 con el objeto de esclarecer si el poeta murió a causa de un cáncer o asesinado con una inyección letal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario