¡A correr!
Después del atentado de Boston, participar en una carrera será este año una reivindicación de la vida
Dijo el jueves el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que no
le cabía ninguna duda de que Boston celebrará el tercer lunes de abril
del próximo año su maratón 118º. “Volverán a correr”, anunció arrancando
los aplausos de los ciudadanos atribulados por la tragedia. La profecía
de Obama no tiene, sin embargo, gran mérito. Desde el minuto uno los
bostonianos (todos lo fueron ese día del maratón ensangrentado)
demostraron que el miedo no les iba a frenar. Lo cuenta un español que
llegó a la meta unos segundos antes del estallido. “Bajó gente de sus
casas, llevó mantas, bolsas de plástico... alrededor de la propia zona
hubo gente tratando de ayudar con todo”, explicó Ignacio Iturriaga a
Europa Press tras asegurar que participará en la maratón del próximo
domingo en Madrid y quizá repetirá Boston en 2014.
Lo que quizá no sepa Obama es que esa falta de temor, esa férrea voluntad de no dejarse vencer, es una reacción valiente y solidaria de los corredores de medio mundo; incluidos, claro está, los españoles. La organización del maratón del día 28 en Madrid así lo desveló el mismo jueves.
El promedio de inscripciones diarias a la prueba madrileña de este año era de 180 desde que el 1 de abril se abrió el plazo. Al día siguiente del atentado de Boston, ese número se elevó a 778. Los números se ofrecieron desglosados. El martes se inscribieron concretamente 333 personas para la carrera de 10 kilómetros; 292 para el medio maratón; y 153 para el maratón completo. Por si había alguna duda acerca de la determinación de los deportistas y su relación con las tácticas del terror, es justamente en este último tramo, el del maratón completo, donde más se multiplicó el número de inscripciones: seis veces.
Las autoridades han prometido un dispositivo de seguridad potente para evitar problemas, mientras la gente ya ha encontrado un modo festivo y eficaz para rechazar la violencia y solidarizarse con las víctimas bostonianas. Correr será este año algo más que un deporte. Será una reivindicación emocionante y miles de personas quieren participar en tal acontecimiento que no borra el dolor, pero ayuda a creer en el género humano.
Lo que quizá no sepa Obama es que esa falta de temor, esa férrea voluntad de no dejarse vencer, es una reacción valiente y solidaria de los corredores de medio mundo; incluidos, claro está, los españoles. La organización del maratón del día 28 en Madrid así lo desveló el mismo jueves.
El promedio de inscripciones diarias a la prueba madrileña de este año era de 180 desde que el 1 de abril se abrió el plazo. Al día siguiente del atentado de Boston, ese número se elevó a 778. Los números se ofrecieron desglosados. El martes se inscribieron concretamente 333 personas para la carrera de 10 kilómetros; 292 para el medio maratón; y 153 para el maratón completo. Por si había alguna duda acerca de la determinación de los deportistas y su relación con las tácticas del terror, es justamente en este último tramo, el del maratón completo, donde más se multiplicó el número de inscripciones: seis veces.
Las autoridades han prometido un dispositivo de seguridad potente para evitar problemas, mientras la gente ya ha encontrado un modo festivo y eficaz para rechazar la violencia y solidarizarse con las víctimas bostonianas. Correr será este año algo más que un deporte. Será una reivindicación emocionante y miles de personas quieren participar en tal acontecimiento que no borra el dolor, pero ayuda a creer en el género humano.
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