lunes, 20 de mayo de 2013

Mourinho, el incómodo

Mourinho, un cuerpo extraño

Los primeros pitos a Florentino Pérez en Valdebebas y el desplante del mánager al Rey tras perder la Copa precipitan hoy una junta directiva

Ancelotti: "Quiero dejar el PSG"

Mourinho, durante la final de Copa ante el Atlético. / c. álvarez

Los cálculos políticos de Florentino Pérez preservaron a Mourinho en el banquillo del Madrid, y esos mismos cálculos invitarán a la junta directiva a considerar esta tarde la rescisión inmediata del contrato que une al club y al mánager. El aspirante a sucesor, Carlo Ancelotti, anunció este fin de semana al PSG que su deseo es fichar por el Madrid, según admitió ayer el director deportivo del club francés, Leonardo: “Ancelotti ha pedido irse al Madrid, pero nosotros le queremos mantener”. Y según lo confirmó después el propio preparador: “Mi voluntad es dejar el PSG. Se lo he dicho y ahora estoy a la espera de una respuesta porque tengo contrato”.
Mientras abren las negociaciones para contratar al nuevo entrenador, los dirigentes madridistas considerarán anticipar la marcha del técnico portugués, a la luz de los acontecimientos desencadenados por la derrota en la final de Copa, el viernes ante el Atlético.
La noticia de la situación embarazosa que vivió el Rey Juan Carlos el viernes, cuando en lugar de Mourinho, en la entrega de preseas se encontró a Karanka, recorrió el antepalco de honor del Bernabéu como el fuego por la pólvora. Molesto por el desplante del mánager del equipo anfitrión, el máximo responsable del evento, el presidente de la federación española, Ángel María Villar, le comentó a un directivo federativo el incómodo episodio que acababa de compartir junto con el Jefe de Estado. Resulta que, a pesar de su expulsión, quien debía encabezar la comitiva del Madrid era José Mourinho y no un auxiliar en chándal. El Rey abrazó a Casillas al colgarle la medalla y, cuando en último lugar apareció Aitor Karanka, se mostró desconcertado. Esperaba al principal representante del equipo con una especie de bandeja de plata evocativa y al ver al ayudante no supo si entregársela a él. Ante la duda, se volvió a Villar. Según la versión que circuló en el palco, le dijo:
—¿Se la doy a este?
Ancelotti, durante un partido del PSG. / afp
Florentino Pérez se puso lívido cuando un directivo le conminó a tomar medidas para evitar ensuciar la imagen del club frente a la Casa Real. Este directivo le dijo al presidente que ni el Madrid como institución ni la directiva podían permanecer indiferentes a lo ocurrido, dando la impresión ante el Rey de que el club estaba tomado por alguien como Mourinho.
Si lo del Bernabéu fue un disgusto, lo de Valdebebas el sábado se convirtió en algo peor. Allí, en el estadio Alfredo di Stéfano, donde acudió a ver al Castilla contra el Lugo, Pérez sufrió una fuerte pitada. Hubo aplausos, como siempre. Pero también hubo gritos de reprobación y pitos. Pérez acabó la jornada sumido en un profundo desasosiego. Desde que llegó al cargo en 2000 nunca le habían abroncado así. Al regresar de Valdebebas, cuentan desde el club que mandó que se adelantara al lunes la junta directiva prevista para esta semana.
Hoy los dirigentes evaluarán el futuro de Mourinho desde una óptica completamente diferente. Si hace un mes habían asistido al anuncio de Pérez diciendo que quería que el mánager cumpliera su contrato hasta 2016, hoy le tratarán como a un cuerpo extraño. No descartan estudiar la rescisión inmediata del contrato. Antes deberán discutir los términos. El Madrid tiene derecho a cobrar 20 millones de euros de indemnización pero, a estas alturas, en los despachos dan el dinero por perdido. La estrategia de provocaciones trazada por Mourinho da sus frutos. Si todo sigue el curso previsto, el Chelsea, su probable club de destino, pagará el traspaso al propio entrenador.
La junta directiva, que en su última reunión acordó que Ancelotti sería el hombre idóneo para suceder a Mourinho, tratará de acelerar la contratación del italiano. El presidente espera no tener que indemnizar al PSG, cosa que es probable que sí exijan los dirigentes cataríes. Después de haber abonado 18 millones de euros al Inter por Mourinho, en el Madrid no quedan directivos con ganas de gastar más en traspasos por un entrenador. Esta no parece ser la idea que tienen los mandatarios del PSG.

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