Aeromozas solo con vestido, no hay otra.

Comisiones Obreras dice que llevar faldas es sexista. A tal conclusión llega porque Air Nostrum (Iberia) ha definido los uniformes del personal de la línea aérea. En sus normas de uniformidad decide que la mujer ha de llevar faldas, y su longitud, por debajo de la rodilla. CC OO ha salido ¿en defensa? de la mujer trabajadora hablando de sexismo, tanto por la prenda como por su longitud.

CCOO acusa a la aerolínea de ser "la única que opera en suelo español que a día de hoy prohíbe a sus azafatas de tierra y de cabina el uso de pantalones (…) una clara manifestación de discriminación sexista".

¿Lo es o sólo se trata de crear la imagen de la compañía? ¿Cuál sería la solución para CCOO, que azafatas y azafatos eligieran libremente entre pantalón o falda?

La uniformidad y la imagen de la compañía han dado siempre jugosos debates. Uno de los más famosos es siempre Walt Disney. Las normas para sus empleados en los parques temáticos son férreas, y aquí sí mucho más dudosas, como la prohibición de pendientes entre los hombres, el tema de tatuajes o la largura del pelo.

En el caso de Air Nostrum, la falda va cinco centímetros por debajo de la rodilla, cuando antes iba por encima: “El largo de la falda será justo por debajo del hueso de la rodilla considerándose incorrecto cualquier otra medida, tanto por exceso como por defecto. Tampoco se permitirán las faldas demasiado ceñidas".

Hace años, aquí en España, una entidad financiera decidió que los empleados debían presentarse con traje y corbata. Como siempre, y más aquí, hecha la ley hecha la trampilla, había empleados que se presentaban con unas corbatas y unos trajes lamentables, particularmente los jóvenes. La máxima responsable de imagen de la entidad, recién llegada, le pidió al jefe supremo que era mejor que cada cual se vistiera correctamente, pero como quisiera. El jefe no consistió: “Tú no sabes cómo era antes de que llevaran traje y corbata”.

Efectivamente la falta de normas puede dar mala imagen a empresa con servicio al público, y la meticulosidad de la normativa, como en el caso de Walt Disney, puede dar lugar a toda clase de críticas, y no sólo por sexismo; pero que la mujer tenga que llevar falda, de momento no rechina, aunque CC OO parece tener otra opinión.

Por Javier Martín.