Lagarde pide suavizar los recortes en España para no agravar la crisis del paro
"Es claramente necesario realizar una consolidación fiscal, pero no tan fuerte", afirma
La directora del FMI, Christine Lagarde. / SAUL LOEB (AFP)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado este jueves un espaldarazo a España tras el duro mazazo
que propinó a la economía española el pasado martes, con unas
proyecciones siniestras hasta 2018. La directora gerente, Christine
Lagarde, ha defendido de forma muy contundente que el país suavice la
senda de su ajuste y gane tiempo para reducir el déficit público si no
quiere agravar la crisis y el paro. A la pregunta de si era necesaria
más flexibilidad, Lagarde ha contestado con un lacónico "sí".
Luego, Lagarde se ha prestado elaborar más su respuesta. "Considerando la situación del país, con la tasa de paro del 25%, y los esfuerzos que se han llevado a cabo, es claramente necesaria una consolidación fiscal, pero no vemos la necesidad de realizar un ajuste tan rápido como se había pensado inicialmente", ha declarado durante una rueda de prensa celebrada en el marco de las reuniones de primavera del FMI. "El país —ha añadido— necesita más tiempo para ser capaz de lograr su consolidación fiscal después de lo que ya se ha hecho". España está pendiente de conocer en unos días los nuevos objetivos de déficit que le impondrá Bruselas, verdadero destinatario de las palabras de la directora del Fondo.
Lo tajante de las declaraciones de Lagarde sorprende tras unos días en los que el discurso contra la austeridad a ultranza, tan presente en la asamblea de octubre, se había relajado a favor de una postura más compensada entre la necesidad de recortes y las reformas en los países con desequilibrios presupuestarios como los del sur de Europa. Pero la relajación fiscal, según explicó el economista jefe, Olivier Blanchard, es algo exclusivo para economías como las de EE UU o la de Reino Unido, con margen para ejercer de locomotoras globales.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, se incorporará mañana a las reuniones del FMI con el mensaje de Lagarde flotando en el ambiente, aunque los recelos respecto a la banca y la lentitud de las reformas que advierten en el Fondo —y también en Bruselas— no han cedido.
Luego, Lagarde se ha prestado elaborar más su respuesta. "Considerando la situación del país, con la tasa de paro del 25%, y los esfuerzos que se han llevado a cabo, es claramente necesaria una consolidación fiscal, pero no vemos la necesidad de realizar un ajuste tan rápido como se había pensado inicialmente", ha declarado durante una rueda de prensa celebrada en el marco de las reuniones de primavera del FMI. "El país —ha añadido— necesita más tiempo para ser capaz de lograr su consolidación fiscal después de lo que ya se ha hecho". España está pendiente de conocer en unos días los nuevos objetivos de déficit que le impondrá Bruselas, verdadero destinatario de las palabras de la directora del Fondo.
Lo tajante de las declaraciones de Lagarde sorprende tras unos días en los que el discurso contra la austeridad a ultranza, tan presente en la asamblea de octubre, se había relajado a favor de una postura más compensada entre la necesidad de recortes y las reformas en los países con desequilibrios presupuestarios como los del sur de Europa. Pero la relajación fiscal, según explicó el economista jefe, Olivier Blanchard, es algo exclusivo para economías como las de EE UU o la de Reino Unido, con margen para ejercer de locomotoras globales.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, se incorporará mañana a las reuniones del FMI con el mensaje de Lagarde flotando en el ambiente, aunque los recelos respecto a la banca y la lentitud de las reformas que advierten en el Fondo —y también en Bruselas— no han cedido.
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