En el momento mismo en que el Papa desciende del papamóvil frente a La Sagrada Familia, los colectivos gays de Barcelona iniciaron una protesta contra su presencia, y optaron por darse de besos en forma abierta y pública.
El Papa Benedicto XVI ha dicho este domingo que hay que superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana y ha condenado con firmeza la eutanasia y el aborto, pidiendo a los estados que la natalidad sea "dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente". También ha pedido apoyo del estado para los matrimonios entre un hombre y una mujer, así como medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y el trabajo su plena realización.
El Pontífice ha hecho estas afirmaciones en el transcurso de la homilía en la misa de consagración del templo de la Sagrada Família, en Barcelona, a la que han asistido los Reyes de España, en la que ha dicho que la belleza "es la gran necesidad del hombre, ya que invita a la libertad y arranca el egoísmo.
El Obispo de Roma ha destacado que el templo está dedicado a la Sagrada Família y ha dicho que aunque las condiciones de la vida han cambiado mucho y con ellas se ha avanzado enormemente en ámbitos técnicos, sociales y culturales, no podemos contentarnos con estos progresos. "Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural", ha afirmado.
El Papa ha agregado que sólo donde existen el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera libertad. Benedicto XVI ha añadido que la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización, y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado.
Elogios a Gaudí
También ha dicho que la Iglesia pide que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. "Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", ha subrayado.
Del templo de la Sagrada Familia ha dicho que es un "signo visible del Dios invisible" y que en él, Gaudí quiso unir la inspiración que le llegaba de los tres grandes libros en los que se alimentaba como hombre, como creyente y como arquitecto: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia.
Tras la misa, a la que asisten unas 8 mil personas dentro del templo y unas 50 mil fuera, el Papa rezó el ángelus desde el atrio de la fachada del Nacimiento.
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