Aura Marina, vidas paralelas.

Una relación virtual como la que llevamos Aura Marina y yo, no está exenta de dificultades técnicas, de repente en la video-conferencia solo nos podemos escuchar pero la imagen desaparece por arte magia, y si por el contrario nos mantenemos fijos en la imagen la voz no se escucha. O nos miramos o nos escuchamos. Yo quiero las dos cosas a la vez. Y ella, igual.

Este flirteo maravilloso entre ella y yo, empieza a tomar un rumbo hacia lo real, estamos planeando un encuentro en México muy pronto, porque el deseo nos devora por dentro, es algo que es superior al raciocinio. El deseo de los cuerpos es inmanejable para ambos, a estas alturas de la relación, lo que se impone es una cita donde podamos decirnos lo que queremos sin intermediación de una computadora, donde podamos vernos a los ojos y estudiemos los mínimos gestos del otro, para ir descubriendo lo que el ser amado tiene almacenado en su corazón.

Estamos felices uno con el otro, y todas las noches, ya muy noche, nos conectamos por distintos medios: ya sea por el chat del facebook o por el messenger de Yahoo, que es pésimo por cierto. El tiempo se nos pasa volando, cuando de pronto el sueño nos abate y cuando miramos el reloj ya han transcurrido dos horas de conversación amena y provocativa; además seguimos manteniendo la habitual correspondencia por el e-mail.

Cuando hago incursiones por las librerías de la ciudad de Guatemala, que no hay muchas para el tamaño de la población, me lanzo a la búsqueda de novelas y cuentos recientes, no best-sellers, eso nunca jamás.

Me he topado con una novela deliciosa que se llama "Contra el viento del norte" de Daniel Glattauer, publicado por Alfaguara. Le cuento a Aura Marina las extrañas coicidencias de la vida misma.

Al penetrar en la lectura de esa novela escrita en forma amena por este joven austriaco, me deja anonadado al reconocer que la historia ficticia que el narra en su obra, es idéntica a la historia real que estamos viviendo Aura Marina y yo. En la novela los personajes se conocen por error en el facebook y ahí se deriva una linda y tormentosa relación amorosa entre los protagonistas.

Las diferencias entre lo que sucede en esa novela y lo nuestro son importantes, porque Aura Marina sí sabía quien era yo, mientras que yo no la recordaba ni vagamente pese a que estuvimos cerca en distintas ocasiones. Había antecedentes que permitieron este juego de seducción delicioso.

Nuestra relación va por buen camino, no hay desencuentros irremediables como les sucede a muchas parejas, que se plantean grandes expectativas del otro, sin habérselas comunicado, y luego con estruendos hacen dramas por no haber encontrado sus sueños materializados en el otro. La decepciones amorosas casi siempre residen en las expectativas no cumplidas, cuando se sueña con el príncipe azul y ella no es precisamente una princesa.

Hemos acordado Aura Marina ante el fragor del encuentro amoroso virtual, que no nos haremos promesas que no podremos cumplir jamás. Para darle un tono de realismo al amor que crece desbocado, siempre con la enorme tentación de prometer lo inalcanzable o lo imposible. Queremos que este amor sea sin promesas gradilocuentes productos de la pasión, es mejor fluir con la vida como va, sin luchar contra la corriente en ningún caso.

Cuando Aura Marina y yo nos vamos a la cama, cada quien por su lado, cada uno en su respectivo país, nos revolcamos en el lecho sin poder conciliar el sueño, porque las palabras recién pronunciadas en el chat están vigentes y sonoras. Todo ese discurso sigue revoloteando en nuestras cabezas calientes de tanta fiebre de amor.

Lo que sostiene nuestra relación ahora es el deseo del encuentro en México, en una fecha próxima. Esto ya es en sí una promesa, pero fácil de cumplir en tanto basta tomar un vuelo directo a México y en dos horas estar en los brazos de la amada. Pero ese deseo tiene muchas aristas, muchas expectativas dentro que lo hacen insoportablemente urgente de resolver.

A qué huele mi amada, cuál es su aroma? Cómo es su piel? Cómo brillan sus ojos? Cuál es el tono de su voz? Cómo es su cabello, sedoso? Es alta? Cuánto pesa? Cómo es en el amor erótico? Cómo se ríe? Le gusta caminar del brazo de su hombre? Quiere descubrir el mundo con mis ojos? Quiere deleitarse con la gastronomía que a mi me fascina?

Son muchas preguntas que debemos resolver para marchar juntos por la vida, viendo hacia adelante.

Haremos una familia, sin hijos, pero familia pequeña al fin y al cabo y funcional.

Pienso y siento que Aura Marina es lo que el universo me tenía reservado para acompañarnos en este trecho de la existencia de ambos.

Sigo soñando con ella, despierto, porque no puedo conciliar el sueño desde que la conocí...