La pedagogía confunde las directrices fundamentales de la educación, al poner el énfasis mayor en las formas de la enseñanza-aprendizaje, en relación con lo que se enseña.
En los países desarrollados,como en EEUU, por ejemplo, preparar a un maestro en matemáticas, o en cualquiera otra disciplina, se invierten cuatro años. Pero sólo uno de ellos se dedica al aprendizaje intensivo de la materia; los otros tres años se invierten en que aprenda pedagogía y didáctica, el cómo enseñar esos conocimientos.
En Europa, por el contrario, los futuros profesores se dedican varios años a aprender su materia y uno sólo a la pedagogía.
¿Por qué se estima que el contenido de la enseñanza importa más que su forma? Obviamente, porque quien desconoce algo no puede enseñarlo, y quien lo sabe a medias, lo va a enseñar mal.
En mi práctica docente durante 40 años en las mejores universidades públicas y privadas de México, siempre mantuve la consigna de aprender nuevas materias correspondientes a diversos campos del conocimiento, para poder dominar esos nuevos conocimientos tenía que leer a fondo la bibliografía más actualizada. Esa es la misión del maestro, aprender todos los días.
Cuando estudiaba en la Universidad Nacional, había una vieja maestra que se ufanaba diciéndonos a sus alumnos, su método pedagógico: "Miren jóvenes, éstos apuntes de la materia los vengo repitiendo por los último 25 años, vieran qué útiles han sido para mi".
A esa maestra la echamos de inmediato por su falta de actualización y por su forma repetitiva de enseñanza que privilegiaba sólo la memoria de los estudiantes.
Hay que recalcar a los maestros y profesores de cualquier nivel educativo, lo siguiente: no se puede enseñar bien una materia que no se ama, y no se puede amar un tema si no se le domina.
La otra gran cuestión que aprendí en la enseñanza a miles de jóvenes estudiantes universitarios mexicanos, es que la educación debe servir para aprender a vivir. Educar para la vida, es la consigna universitaria que yo defendí siempre.
Una educación desvinculada de la vida y sus procesos, no sirve para nada.
El otro gran tema de la enseñanza-aprendizaje es la didáctiva del estudio por cuenta propia; el ser autodidácta que es un camino lleno de ingenio y creatividad que no requiere un profesor que vigile los pasos para aprender, es responsabilizarse uno de su propia educación e instrucción.
Hay varias clases de estudiantes que son típicos en los contextos de cualquier país.
Los "loros": los que "aprenden de memoria todo", estudian para el profesor, de modo que olvidan todo una vez pasado el examen.
Los "papirógrafos", son los devoradores de miles de hojas de papel, pero que son incapaces de retener algo de lo leído, se atiborran de lecturas que no analizan ni comprenden a cabalidad.
Los "impacientes", al no comprender un párrafo que están leyendo, abandonan la lectura desalentados, sin hacer un esfuerzo mayor. Son los eternos inconformes y protestones.
Los "crónicos", son los que se eternizan en un tema. El ritmo de la vida actual no tolera esta forma de estudiar. Son los que dan vueltas a las ruedas del molino y siempre retornan al mismo sitio.
Los "conscientes", son los que se ajustan al siguiente decálogo: Comprender, Asociar, Recordar sólo lo esencial, Analizar, Repasar, No perder nunca la oportunidad de aprender y de enseñar, Resolver los problemas por cuenta propia, Acostumbrarse a dibujar y a escribir, Estudiar en casa o en la biblioteca, y Colaborar con la universidad.
En otras palabras, no se trata de estudiar mucho, sino de estudiar bien: de sacarle el jugo al estudio y disfrutarlo en lugar de sufrirlo.
Circulemos estas ideas y discutámoslas en grupos de estudio, en cualquier nivel educativo.
Partiendo que la pedagogía es una aplicación práctica de la psicología de la educación que tiene como objetivo el estudio de la educación como fenómeno psicosocial, cultural y específicamente humano, brindándole un conjunto de bases y parámetros para analizar y estructurar la formación y los procesos de enseñanza-aprendizaje que intervienen en ella, tal como lo plasmas en tu artículo, nosotros los docentes debemos de ser consientes y consecuentes a los cambios constantes y continuos que se dan para el beneficio y desarrollo de nuestro país, y no ser como “crónicos”, estancados en una formación estructural basada en el pasado sino ser partícipes del cambio estructural con un fondo social.
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