La Revolución de Octubre.

No solamente Rusia celebra este mes de octubre su Revolución de 1917, también Guatemala festeja su Revolución de octubre de 1944.

Se derrocó al dictador de Jorge Ubico, quien fue dueño del país por 14 años, aparte el país venía saliendo de la otra dictadura de Estrada Cabrera, quien se hizo del poder absoluto durante 34 años.

La primavera de la democracia llegó a Guatemala el 20 de octubre de 1944, cuando se pudo pasar a contar con dos gobiernos electos por el voto de los chapínes: el primer gobierno democrático fue encabezado por Juan José Arévalo y el segundo por Jacobo Árbenz; fueron exactamente 10 años de procesos de cambio sociales que apenas empezaban a mostrar sus frutos cuando Estados Unidos y un ejército de mercenarios nacionales y extranjeros dieron un golpe de estado, para entronizar en el poder al espurio Coronel Carlos Castillo Armas.

Antes de 1944, en plena dictadura ubiquista, cientos de guatemaltecos iniciaron una diáspora que no termina en la historia moderna del país. Y en 1954, miles de otros guatemaltecos salieron al exilio forzoso, además hay que sumar a esos otros miles de chapines: campesinos, obreros e intelectuales, que tuvieron que abandonar la patria por la larga guerra desatada por los sucesivos gobiernos militares, so pena de morir asesinados a mansalva o entrar en la categoría de "desaparecidos".

Los festejos de la Revolución de Octubre, solo tiene significado por la caída del dictador Ubico, pero lo que ocurrió después ha sido una experiencia ominosa para el pueblo de Guatemala. ¿Cuáles son los logros de la revolución? ¿Ha mejorado la situación de las mayorías empobrecidas de siempre?

La Revolución de Octubre se extravió en el olvido de los gobiernos sucesivos al del Coronel Jacobo Árbenz, hasta que hoy al presidente Álvaro Colom se le hizo un acto de justicia reconocer a los prohombres de la revolución de octubre, e impedir que un manto de olvido vuelva a cubrir aquella gesta heroica.

Hoy se organizaron diversas marchas de organizaciones sindicales, civiles, campesinas y populares, por las principales ciudades del país.

Pero este fue un día feriado, vacío de contenido ideológico para la mayoría de las poblaciones urbanas. Calles desiertas, descanso para la burocracia y el comercio y los bancos. Los jóvenes ignoran qué se celebra hoy, a nadie le preocupa averiguar el motivo de este día de descanso obligatorio. El eterno desprecio a la Historia Oficial por parte de la derecha se manifiesta en sus periódicos y en sus editorialistas, quienes se mofan de esa gesta que afectó intereses económicos de latifundistas y de empresas norteamericanas (bananeras, principalmente).

La ciudad paralizada, poco transporte público en movimiento; es natural que eso ocurra en un día feriado en Guatemala, ya que los trabajadores asalariados se refugian en sus casas, para no gastar ni dinero ni fuerzas físicas, que hay que reponer para que la plusvalía se mantenga a la alza.

Las clases medias salen tímidamente a ver vitrinas, que no a comprar nada, en los centros comerciales destinados para ellos.

La burguesía, dichosa ella como siempre, jubilosa invade los centros comerciales de moda (malls) elegantes y se despachan con la cuchara grande en lo que al hiperconsumo se refiere. ¿Cuál crisis? !"Querida todo está en barata, está regalado"¡

La sociedad puede estar contenta, esos días feriados a media semana son un aliciente para continuar descansando con la conciencia tranquila. Esa conciencia social que permanece dormida, muy cómoda ella.

¿De qué Revolución habla este gobierno?