domingo, 31 de octubre de 2010

Ricky Martin, confesiones.

La homosexualidad de muchas figuras públicas se procura mantener bajo estricta reserva, en la clandestinidad, por ello sorprende la confesión sincera del ídolo de muchas jóvencitas en América Latina, que siguen soñando con este artista puertorriqueño.

"Mi verdadero nombre es Enrique Martin Morales, pero la gran mayoría de la gente me conoce como Ricky Martin: músico y cantante, compositor, filántropo y quizás hasta haya algunos que sepan que también soy actor". Así comienza a relatar su vida, en la autobiografía que sale a la venta el próximo martes, uno de los cantantes latinos más conocidos en todo el mundo.

En la lista de cosas que sabe hacer, deja fuera de la lista el título de escritor. Y es que el libro, titulado Yo, no es ninguna joya literaria. Pero tampoco aspira serlo. Ricky Martin cuenta con una candidez pasmosa cómo ha llegado a ser la primera estrella latina que vive a gusto con su homosexualidad y la paternidad de dos hijos engendrados con la ayuda de una madre de alquiler.

En 2008 dio un giro a su vida: decidió ser padre gracias a una madre de alquiler
Ha grabado ocho álbumes, ha vendido millones de discos y ha ganado cuatro premios Grammy. Y, aun así, a sus 38 años es un desconocido en lo personal. En sus memorias se muestra como una persona tímida y modesta. Reconoce, con humildad, que llegó a la cima del pop por estar en el lugar y momento adecuados.

Narra su infancia en Puerto Rico; sus comienzos con el grupo Menudo; su paso por la teleserie Hospital General en EE UU; su éxito en Broadway con Los miserables, y sus ventas millonarias gracias a temas como María, La copa de la vida o Livin'la vida loca.

De su vida sentimental, solo reconoce haber tenido tres amores: dos mujeres y un hombre. De ninguno de ellos da nombres. De la primera dice que era "la presentadora de un exitosísimo show de televisión" en México, "alta, rubia e infinitamente elegante". Se trata, probablemente, de Rebeca de Alba, con quien se ha visto al cantante con frecuencia. Luego, admite haber tenido una relación tormentosa con una mujer del teatro, "intensa, pasional y prohibida". Estaba separada en el momento en que vivieron su historia de amor pero ella acabó volviendo con su marido.

Y finalmente, cuenta su primer gran amor gay: un presentador de radio de Los Ángeles. "Él por las noches se iba a trabajar a la radio y yo me quedaba en la cama escuchando su voz mientras me lanzaba mensajes románticos a lo largo del programa", escribe. En aquel momento, Martin quiso dejarlo todo por amor, escaparse con su novio. Pero él no se lo permitió. La relación acabó. Al cantante todavía le quedaba pasar por el calvario de convertirse en ídolo.

Hay una época en la vida de Ricky Martin en la que describe de manera agotadora sus grabaciones, conciertos y giras. Como consecuencia de tanto vivir deprisa llegó su descenso a los infiernos. Tuvo muchos éxitos pero fue menos feliz. Creó para el exterior la imagen de un Ricky cantante y sonriente que ocultaba su sexualidad. En realidad se sentía una persona "totalmente vacía".

Tuvo un momento de estancamiento en su carrera y descendieron las ventas de sus discos. Fue entonces cuando se preocupó menos de la prensa y de lo que la gente pensaba de él y decidió tomar las riendas de su vida.

Después de una temporada de viajes físicos a Asia y espirituales al interior de sí mismo, Ricky Martin decidió, en 2008, ser padre. Tuvo dos hijos y, el pasado mes de marzo, proclamar su homosexualidad; lo hizo a través de su página web y de su twitter. El 9 de octubre apareció por sorpresa en la gala anual de la organización gay Human Rights Campaign en Washington. Se proclamó "orgulloso" de ser homosexual. E

El mundo de la canción latina es un lugar en el que, según el cantante, se esperaba de él algo muy preciso: "Tenía que seducir -y dejarme seducir- por mujeres". Y añade: "Llegué a pasar por unos momentos bien oscuros de dolor, coraje y autorrechazo". Desde esa represión, no pudo ayudar, como dice que le hubiera gustado hacer, a jóvenes acosados por su sexualidad, adolescentes que son asesinados o se suicidan por el hecho de ser gays.

Ricky Martin se presenta en su libro como una persona que lo pasó mal por ser diferente, que sufrió al pensar que iba a ser rechazado si confesaba su homosexualidad. En ese aspecto, sus memorias son refrescantemente sinceras, insólitas para un cantante latino de éxito. "Si con ellas puedo evitar un solo suicidio de jóvenes atormentados les habré dado a mis hijos una razón para que estén orgullosos de mí".

Todo el mundo sospechaba la homosexualidad de Ricky, pero era difícil para él aceptar una verdad tan evidente, al estar en un medio tan complicado para los artistas que deben simular un machismo a toda prueba...

1 comentario:

  1. El ego de los artístas tiene límites que no comprendo.
    Una cosa es ser homosexual y vivir feliz aceptándolo, otra es, en el caso de Ricky M y de Michele Jackson, pagarle a alguien por tener hijos. Me parece aberrante que un bebé sea concebido bajo tales términos de frialdad.
    Es probable que la persona x que sirva de útero, no tiene el menor sentimiento mas que por el pago que recibirá.
    Por haber sido madre, sé lo que se siente, lo que se llega a amar a esa pequeña criatura que esta durante 9 meses dentro de nuestro calor. No podría contemplar el hecho de darla después de nacer.
    Pero nos movemos dentro de lo incompresible y dentro de EGOS gigantescos.

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