Francia ha visto salir a las calles a millones de indignados trabajadores que no quieren que sus pensiones de jubilación se retrasen dos años más, según la nueva ley del trabajo.
En toda esta historia de protestas callejeras, y en los medios también, los estudiantes han jugado un papel importante, aunque no pertenecen a la clase productiva pero su peso es significativo en el marco de la inconformidad social.
Hoy Francia entra en una fase de reconciliación entre los actores sociales, pero la herida seguirá abierta por mucho tiempo.
Nicolas Sarkozy admitió ayer que había tomado nota de la ola de protestas contra la reforma de las pensiones. Millones de franceses se han echado a la calle durante las últimas semanas y han intentado paralizar sectores estratégicos como el transporte y las refinerías de petróleo.
"Sus inquietudes, muchas de ellas legítimas, han sido expresadas. Las he escuchado, he reflexionando sobre ellas y tomaré iniciativas en el momento oportuno para darles una respuesta", aseguró el presidente de Francia al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que concluyó ayer en Bruselas. Para Sarkozy, la reforma prueba que el sistema de Seguridad Social, "fundamentado en la solidaridad entre generaciones, funciona".
La Asamblea Nacional francesa ratificó definitivamente el miércoles la ley que elevará la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años, y de 65 a 67 años, la edad para recibir la pensión íntegra. Sarkozy destacó que su intención es promulgar la ley de reforma una vez se pronuncie el Consejo Constitucional sobre el recurso que va a presentar el martes la oposición socialista.
Los trabajadores de las 12 refinerías de petróleo de Francia votaron ayer a favor de la desconvocatoria de la huelga que han mantenido durante las últimas dos semanas, que han causado problemas de desabastecimiento en centenares de gasolineras del país. Los empleados de las refinerías aún afectadas por los paros desbloquearon también los accesos que habían cerrado para impedir el paso de los camiones cisterna.
Las desconvocatorias de las huelgas y protestas se sucedieron ayer en casi todos los sectores económicos de Francia. "Para los sindicatos, la huelga no se ha ganado, pero tampoco la hemos perdido, ya que hemos movilizado a los trabajadores y a la opinión pública contra una reforma que consideramos injusta", aseguró Mohamed Touis, responsable de la central CFDT.
Los sindicatos de Air France convocaron ayer una huelga para el día 4 de noviembre, dos días antes de la última protesta nacional prevista contra la reforma de las pensiones. "Hacemos un llamamiento a los trabajadores de Air France para que se sumen a la movilización", anunciaron seis sindicatos en un comunicado conjunto.
Es una advertencia para los trabajadores de todo el mundo, las imposiciones del neoliberalismo en materia laboral, que ahora ha tocado su turno en Francia.
No hay que olvidar que la mayor esperanza de vida en los países desarrollados, también está jugando su rol en materia de pensiones y jubilaciones, la gente vive más por ello le alargan la edad del retiro, pero ese no es el punto ya que los trabajadores quieren retirarse y gozar muchos años de su merecida pensión, pero el Estado dice que no es posible eso.
El pulso entre el trabajo y el capital adquiere nuevos ribetes...
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