La muerte prematura del político argentino, ex presidente de su nación, deja un legado político a los mandatarios del mundo: es posible heredar la presidencia a la esposa.
Esa tentación la tuvo en México el expresidente Vicente Fox, que su momento pensó y alentó las aspiraciones políticas de su mujer Martha Sahagún de Fox.
Otros mandatarios actuales estarán pensando que es una buena idea heredar el poder a su amada conyuge.
Su muerte ha conmocionado a su país y a toda la comunidad internacional. El dirigente argentino ha fallecido a los 60 años en una clínica de la ciudad patagónica de Calafate debido a un ataque cardíaco, después de haberse sometido a varias intervenciones en los últimos meses. La última, el pasado mes de septiembre cuando se le practicó una angioplastia para impedir la obstrucción de una arteria coronaria.
Su estado de salud no le impidió aceptar nuevas responsabilidades. El 10 de marzo pasado reasumió la jefatura del oficialista Partido Justicialista con la promesa de conducir a esa fuerza a un nuevo triunfo en los comicios presidenciales de 2011. Y el 4 de mayo de 2010 fue elegido secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Aunque sus problemas coronarios habían hecho dudar a muchos de que Kirchner pudiera soportar una campaña electoral como candidato a la presidencia del país en 2011. Eran legión quienes daban por hecho que se presentaría, más aún teniendo en cuenta que las encuestas cada vez se le presentaban más de cara. Cada vez que el ex presidente sufría una crisis cardíaca temblaban de incertidumbre tanto el movimiento peronista como el Gobierno argentino. Ambos se han quedado hoy huérfanos.
En los últimos meses los Kirchner habían protagonizado varias polémicas, entre ellas, el intento de que los dueños de los dos diarios más importantes del país, Clarín y La Nación, fueran juzgados por delitos de lesa humanidad, según la querella presentada por su Gobierno. Se les acusa de haberse apropiado en los años setenta de la sociedad Papel Prensa gracias a las presiones de los militares contra los legítimos propietarios.
Uno de los contenciosos que sí vio zanjado, al menos sobre el papel, antes de su muerte fue el que se originó bajo su presidencia en 2005 con Uruguay: la guerra de las papeleras. Los ministros de Exteriores rubricaron en septiembre la paz después de una sentencia del Tribunal de la Haya, que respaldó la existencia de una fábrica de pasta de celulosa, pero dictaminó que ambos países debían controlar, de manera conjunta, el impacto ambiental de industria sobre el río común, el Uruguay.
La polémica no ha abandonado a la pareja presidencial en ningún momento, ya fuera la rebelión de los campesinos, los casos de corrupción en su Gabinete o la tensión entre los poderes del Estado argentino.
Cristina Fernández de Kirchner criticó la honestidad de los jueces por una resolución judicial que le impedía usar las reservas del Banco Central para el pago de la deuda pública. La Corte Suprema exhortó en un inusual comunicado a "quienes tienen responsabilidades de Gobierno a expresarse con mesura y equilibrio". Fernández contraatacó a los integrantes de la Corte, pese a que la mayoría de ellos fue promovida por el Gobierno de su marido, Néstor Kirchner: "La palabra mesura tiene mucho sonido a censura".
Los bienes de los Kirchner tampoco han dejado de estar en el punto de mira. La prensa argentina hizo públicos los datos de la declaración jurada de la pareja ante la oficina Anticorrupción: el patrimonio conjunto del matrimonio se incrementó en 2009 en un 20,6 por ciento, pasando de 11,6 a 14 millones de dólar
Néstor Carlos Kirchner había nacido el 25 de febrero de 1950 en Río Gallegos, en la provincia sureña de Santa Cruz. Licenciado en Derecho desde 1976 por la Universidad Nacional de La Plata, ingresó en el Partido Peronista en los años 70 cuando era dirigente estudiantil en ese centro universitario, donde conoció a su mujer.
Se trasladó en 1976 a Río Gallegos, donde trabajó junto a su esposa en un bufete de abogados hasta 1983. En 1982 creó el Ateneo Juan Domingo Perón. Entre 1983 y 1984 fue presidente de la Caja de Previsión Social y en 1987 fue elegido Intendente de Río Gallegos, cargo que desempeñó entre 1987 y 1991.
Elegido Gobernador de Santa Cruz el 10 de diciembre de 1991, permaneció en el cargo hasta 2003, tras modificar la Ley que le impedía ser reelegido tras dos mandatos. Kirchner logró revertir el déficit de su región, rica en petróleo y recursos naturales y la convirtió en la zona con menor desempleo.
En 1996 fundó la Corriente Peronista dentro del Partido Justicialista y se presentó como candidato a la Presidencia, en 2003, frente a Carlos Menem -que gobernó el país entre 1989 y 1999- y al entonces presidente Eduardo Duhalde (2002-2003).
El 25 de mayo de ese año fue elegido presidente de Argentina. Los líderes de la izquierda latinoaméricana le dieron su respaldo. Durante la presidencia de Kirchner, Argentina creció un 8 por ciento anual; aumentaron el salario y las pensiones mínimas, además de bajar el desempleo y la pobreza. Además, recondujo las negociaciones sobre la deuda; reformó la Corte Suprema de Justicia y las Fuerzas Armadas; y defendió los derechos humanos.
Asimismo, su presidencia estuvo salpicada por denuncias de enriquecimiento ilícito. En enero de 2006 pagó anticipadamente al FMI 9.574 millones de dólares, y en 2006, presentó ante el Tribunal Internacional de La Haya una demanda contra Uruguay para detener la construcción de dos papeleras.
El 10 de diciembre de 2007 pasó el testigo presidencial a su esposa, Cristina Fernández, que había vencido en las presidenciales de octubre. Kirchner fue nombrado el 14 de mayo de 2008 presidente del Partido Peronista.
En las elecciones legislativas de 2009, Kirchner fue elegido diputado por la provincia de Buenos Aires, cargo que asumió el 10 de diciembre de 2009, aunque su lista electoral fue derrotada en la provincia de Buenos Aires por la encabezada por el empresario peronista disidente, Francisco de Narváez (alianza Unión-Pro).
Casado desde el 9 de marzo de 1975 con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tienen dos hijos: Máximo, nacido en 1977 y Florencia, en 1990.
Un hombre controvertido pero tenaz en alcanzar el poder y trasmitírselo a su mujer.
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