El viaje de vacaciones a Nueva York lo dejamos pendiente La Brenda y yo, porque el frío de noviembre y diciembre me parece insoportable para mi ser tropical, por eso nunca pudimos viajar a NY; sin embargo ella que no le pide permiso a nadie para moverse por todos lados, pues se largó este fin de semana a La Gran Manzana.
Su fascinación mayor en la vida es ir de compras a la famosa tienda departamental llamada Macys, en el corazón de Nueva York. Hay cambio de ropa de temporada, sale en oferta la de verano y entra la de invierno, ella es fanática de la ropa americana y siempre se surte allá cada año.
Me llamó por teléfono para ver si yo necesito algo de ropa de invierno, ignorando que en Guatemala el invierno no supera los 20 grados centígrados.Pero como es una necia de primera clase, pues ya me compró una linda gabardina de Christian Dior, en un tono beige, que según ella se me verá "divina". La fijación por ese tipo de gabardina, le viene a La Brenda cuando por vez primera vio la película "Casablanca", con el magnífico actor estadunidense Humphrey Bogart, y se impresionó demasiado con su peculiar personalidad y vestido.
La Brenda desconocía por completo la filmografía de Bogart, cuando le expliqué que ese actor, y esa película en particular era un clásico es que se atrevió a verla. La acompañé a su departamento en México y la miramos juntos, muy abrazados, con algunas copas de vino tinto francés y algunos bocadillos exquisitos (aceitunas españolas, palmito, jamón serrano español, espárragos españoles también y otras delicatesens).
Ella lloró con la película, porque es muy sensible a lo romántico, pero lo que rescató fue el recuerdo de la gabardina del actor. Y me dijo: "algún día te compro una igual".
Y así fue, ya tengo una gabardina elegantísima, que no sé cuándo diablos la podré estrenar con este clima veraniego o primaveral de mi país. Esa gabardina viaja ya en una caja de paquetería que me mandó por DHL a mi domicilio; llegará pasado mañana, me advierte jubilosa La Brenda.
Esto de la gabardina, confieso que me satisface más, que tener en mis manos su lencería fina que adquirió en París.
La Brenda se lanza un discurso imparable en el que me cuenta en forma detallada todo lo que ha comprado en Macys de Nueva York. Me duele la oreja con el auricular pegado tanto tiempo, y solo alcanzo a intercalar algunos hummmm, Ahhhhh, claro, es verdad, gracias querida.
Ya se tomó algunas fotografías con su moderno teléfono celular que se trajo de Europa, para que yo vea lo hermosa que se ve con esas prendas de la última moda neoyorkina. Las fotos se las tomó una empleada puertorriqueña que la atendió y entró con ella al vestidor; fotos que de inmediato subió a mi correo electrónico. Ya la ví, sigue espectacular, deseable, e imposible para un hombre sereno y apacible como yo.
Las fotos incluyen algunas escenas en las que modela alguna lencería en color verde, que dejan a cualquiera con la boca abierta.
Le alcanzo a preguntar a La Brenda, en un suspiro que tuvo, que sí ha ido a algún buen espectáculo en Broadway, porque sigue en cartelera la comedia musical de antaño West Side Story o una cosa nueva que se llama Rock of Ages. Su respuesta fue elocuente: Nooo.
Ella viaja con sus amigas ricas de México, que son tan ignorantes en temas culturales como ella, por eso se atraen tanto y gozan de las mismas veleidades.
Ahora La Renata no pudo ir, pero si La Beatríz y La Déborah. Un trío simpatico de mujeres de cuatro décadas que se sienten unas jovencitas adorables. Aunque hay que recordar que La Brenda anda cerca de los cincuenta años. Pero allá ellas y sus fantasías de eterna juventud.
Mientras pienso qué uso le daré a la preciosa gabardina al estilo de Humphrey Bogart, seguiré admirando las fotos de La Brenda en paños menores, que solo de verlas me dan mucho frío porque sé que hoy en Nueva York estuvieron a 7 grados centígrados. ¡Qué atrevida es La Brenda, por dios santo!
Pensé entre mi, "tápate que te enfrías querida".
Qué alegre leer de nuevo las aventuras de la Brenda...ufffff ella directo a comerse la gran manzana.
ResponderEliminarMe alegro por la gabardina. Regalona que es ella. Quien quita y quizas si enfrie un poco más este año por aquello de que cuando llueve mucho suelen ser mucho más frios los finales de año. Guapetón que se va aver Bolívar luciéndola.