La Brenda no tiene facebook, ni Skype, ni Twitter, ya que le parece una soberana pérdida de tiempo engancharse en la computadora por horas, ella prefiere la vida al aire libre y recorrer el mundo en busca de aventuras para gozarlas.
Pero nuestras amigas mutuas de México, la Paty, la Renata, la Ivonne y la Tere, que sí son adictas al internet y a todas las redes sociales habidas y por haber, de inmediato se enteraron de mi drama personal al entrar a mi página de facebook el sábado dos de octubre, y de inmediato se lo comunicaron a La Brenda.
La Brenda me habló por teléfono, horas, desde Vitoria en el País Vasco, donde tiene su actual residencia matrimonial, al lado de José Ignacio Urquiola su marido, y me consoló como solo ella sabe hacerlo, con dulzura y permitiendo que yo hablara también, cosa que ella no permite casi nunca, porque le encanta tomar el micrófono y no soltarlo nunca; ahora sí, la ocasión lo ameritaba.
Le conté cómo me sentía emocionalmente en esos momentos, y La Brenda se suelta a llorar desconsoladamente, pero por mi. Ella sabe toda mi historia, me conoce todo el currículum de varios matrimonios y amasiatos incluidos. Nunca le he ocultado nada a ninguna de mis mujeres, inclusive ella tiene fotos de mis ex-mujeres que yo le he dado. Siempre ha sido una mujer curiosa, quiere saber todo acerca de mi, pero no le suelto mayor información de carácter íntimo, porque eso le provocaba demasiada curiosidad, cosa que nunca he entendido de las mujeres, así que siempre la he dejado en suspenso, pero ella sabe lo esencial acerca de mi.
"No negrito lindo, tú no tienes por qué estar solo y abandonado en Guatemala, sufriendo como un perro callejero. No, eso no lo acepto, voy para allá para estar a tu lado. Primero déjame ver cómo me las arreglo con mi marido, creo que no le va a ser ser de mucha gracia que yo vaya a verte a Guatemala, sí es un poco celoso, además sabe todo de ti, bueno lo que le he querido que sepa de ti."
" Además, negrito de mi vida, si se me pone el hombre al brinco, diciéndome: "No te dejo ir", o alguna tontería parecida, pués para luego es tarde, tomo mis maletas y me largo para siempre de España".
"Nada me ata a España, yo era más feliz en México con mi gente y mis costumbres muy mexicanas, aquí ni entiendo el idioma que hablan entre ellos. Como diríamos en México: "que se vayan todos a la chingada, y punto". A mi nadie me retiene a la fuerza, soy libre e independiente, y no se te olvide negrito de mi alma: "yo siempre sigo mi deseo, tal como tú me lo dijiste repetidas veces. Me gusta el placer de la vida, yo nací para gozar. Te acuerdas que me explicabas que así éramos las histéricas o las neuróticas, ya ni me acuerdo bien que me decías o qué términos domingueros usabas conmigo."
"Así que si tú me lo permites, voy tras mi deseo de verte y apoyarte mucho en estos momentos difíciles de tu vida, quiero que me platiques y te desahogues conmigo, tendremos mucho tiempo. De aquí me largo unas tres semanas o más, al menos, tú mereces eso y más. Díme, ¿se te antoja algo de por acá? ¿Qué te llevo? Ya sé, pero eso será una grata sorpresa para los dos. Prepárate, mi negrito adorado, ahí te voy".
Me imagino, conociendo bien a La Brenda, que la sorpresa será una nueva colección de lencería que querrá estrenar conmigo. Ella tiene un gusto delicado por la lencería francesa, de la cual tiene varias colecciones en distintos colores (negra, roja y blanca), que yo le he sugerido a petición de ella.
A ver con qué me sale ahora, la sorprendente Brenda.
La espero en Guatemala lleno de emoción, hace mucho tiempo que no la veo, muchos meses antes de su boda con José Ignacio Urquiola.
Como a La Brenda no le interesa nada cultural, ya descarté Tikal y toda la zona Maya guatemalteca, también Sololá, Atitlán y Chichicastenago, no le gustan los indígenas pobres, pues eso es lo que en mi tierra abunda más.
No tengo más remedio que prepararme para hacer visitas intensivas y extensivas a los grandes y modernos centros comerciales, los malls, con lo que me enfada meterme a esos antros de vicio y perdición del capitalismo de última generación.
Que ella se engolocine comprando a manos llenas, sola, mientras yo me dedico a leer un buen libro en alguna cafetería del lugar, acompañado de unas ricas galleticas de avena.
Mis opciones son: Oakland-mall, Miraflores-mall, Pradera-Concepción,y se acabó el cuento. No hay más...
La llevaré a la Sexta avenida, para que vea los trabajos de remodelación y rescate del centro histórico de la capital. Pero ahí solo pobres nos vamos a encontrar paseando en la antigua y selecta 6a.Avenida. Seguro me va amentar la madre, carilñosamente y me dirá: "negrito, sácame de este mugrero de inmediato, llevame al mall pero ya."
Yo simplemente me dedicaré a complacerla, ella se lo merece, después de un viaje trasatlántico, Madrid-Guatemala, que implica 12 horas sin escalas.
La amo, pero... ella está casada...y, luego ¿qué?...
Ahora si no se me escapa la Brenda. Tengo que conocerla.
ResponderEliminarNo le caerían bien unas sesiones de ayuda para que se de cuenta que no pertenece al mundo de estar casada? Por lo que sabido de la Brenda, difícilmente aceptaría tal cosa.
A entretenerla Bolívar!!!!!
Por favor Bolivar!!! Por favor que no se vaya sin que la pueda conocer!! Me alegra muchísimo que venga a mi amada Guatemala!!
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